viene de La lengua árabe I
Catalina de Erauso |La lengua árabe en el marco de otras lenguas semíticas: su importancia a la hora de leer el corán
El Corán fue revelado en lengua árabe según dice el propio Corán (13:37). Además, Alá envió profetas en todas las lenguas del mundo (14:4), aunque no existe ningún tipo de evidencia al respecto pues ningunún hablante pasado o presente en las más de 6000 lenguas que existen a nivel mundial recuerda haber recibido revelaciones parecidas a las del Corán. Y este dato (13:37) es importante porque el Corán se encuentra innumerables vocablos prestados de otras lenguas. En esta serie de artículos se irá desgranando el porqué.
- 13:37. Así lo hemos revelado como juicio en lengua árabe. Si tú sigues sus pasiones, después de haber sabido tú lo que has sabido, no tendrás amigo ni protector frente a Alá.
- 14:4. No mandamos a ningún enviado que no hablara en la lengua de su pueblo, para que les explicara con claridad. Alá extravía a quien Él quiere y dirige a quien Él quiere. Él es el Poderoso, el Sabio. Traducción Bahige Mulla Huech
El árabe es una lengua semítica emparentada con el hebreo y el arameo. Las lenguas meridionales se hablan en la península arábica y son todas menores a excepción del árabe que es una macrolengua que abarca otras lenguas. Las lenguas etiópicas también pertenecen a la vertiente meridional. Los primeros textos escritos conocidos en árabe datan del siglo IV d.C.. Todas lenguas semíticas orientales como el acadio están extintas, pero se conservan textos datados en 2500 a.C. Al grupo de lenguas semíticas occidentales pertenecen el hebreo y el arameo. Los primeros textos del hebreo datan de 1200-1500 a.C y los primeros en arameo hacia 900 a.C. La datación de textos está a día de hoy sujeta a debate por lo que esas fechas son a título orientativo. El hebreo como lengua hablada desapareció en el siglo II d.C sobreviviendo solo en el ámbito litúrgico. No fue hasta el siglo XIX que se recuperó como lengua hablada por el esfuerzo titánico de Eliezer Ben-Yehuda judío nacido en el imperio ruso -hoy Bielorrusia- que añoraba una lengua hablada común para que todos los judíos en especial de la diáspora pudiesen emplearla en el día a día y pudiesen entenderse entre sí. Este paréntesis histórico es necesario para conocer el peso y prestigio de las lenguas en ese entorno geográfico cuando surge el islam.
El árabe adquirió importancia con el advenimiento del islam a partir del siglo VII y el hebreo había desaparecido como lengua hablada en el siglo II. Esto quiere decir que el arameo fue la lengua hablada más importante en Oriente Próximo desde Egipto hasta Afganistán durante muchos siglos. Algunas partes sustanciales de libros de la Biblia están escritos en arameo como es el libro de Daniel o el libro de Esdras. Y lo que es más importante, el arameo fue el idioma principal del Talmud que recoge los debates rabínicos sobre leyes, tradiciones y costumbres judías, entre otros. Por lo tanto, gozaba de mucho prestigio a nivel internacional.
La lengua aramea fue desplazada poco a poco por el árabe cuando surgió islam pero siguió viva en el ámbito litúrgico muchos siglos después como es el caso del siriaco, que es arameo oriental y sigue siendo lengua litúrgica de varias iglesias cristianas orientales. Todos estos datos son cruciales porque cuando el califa Uthman ordenó fijar por escrito las revelaciones divinas a Mohamed allá por el año 652 d.C. no existía una tradición escrita arraigada en lengua árabe muy al contrario que lo que ocurría con la lengua aramea que se hablaba, se escribía y se empleaba en la liturgia.
El árabe, como las demás lenguas del mundo, puede formar palabras a través de procesos lingüísticos bien estudiados por los expertos, por ejemplo, con fragmentos de palabras que se añaden que se denominan afijos. Ocurre igual en castellano en donde la palabra abrir, se derivan abierto y abrelatas. En árabe, además de esta opción, existe otra que tiene que ver con la forma de las raíces de las palabras. Para que los que no sean lingüistas lo entiendan, en la palabra salto, la raíz es salt– porque existe, entre otras muchas, la palabra saltar. En árabe, las raíces constan de consonantes y, dependiendo de qué vocales se inserten entre ellas, las palabras adoptan otros significados que pueden estar emparentados o pueden diferir algo.
Un ejemplo de ello es la raíz k-t-b que puede significar libro o leer, entre otros. Aunque la comparación no es totalmente válida, es como en las palabras cosa, casa, caso con las consonantes c y s. Las tres palabras tienen significados distintos. Si escribiésemos c_s_, no sabríamos distinguirlas. Cuando se trata de verbos, las vocales son de suma importancia en árabe igual que en el español. La palabra caso cuando el hablante se refiere a sí mismo, la palabra casa cuando el hablante habla de una tercera persona o la palabra case cuando se refiere a una tercera persona en subjuntivo o cuando el hablante da una orden a una tercera persona. Si se confunde la vocal, puede dar lugar a un malentendido.
¿Por qué es importante tener esta cuestión tan simple en mente cuando se leen textos coránicos, también el ortografía kúfica? Por cinco motivos: 1) porque en tiempos en los que se redactó la primera versión del Corán no se escribían las vocales en árabe. 2) Los hablantes de árabe hablan diferentes dialectos en los que una palabra se puede pronunciar con las mismas consonantes, pero con distintas vocales, lo que permite determinar el dialecto al que pertenece el hablante. 3) Las diferentes vocales pueden ocasionar cambios de significado como en las palabras a canto-canta-cante. Si falta la vocal, no se puede saber si el texto se refiere a la primera o tercera persona, es decir no se puede saber si se trata de yo canto o él canta, por ejemplo. Además, en el caso del árabe, ocurre algo de suma importancia. 4) Hay letras en árabe que son iguales de forma y se pronuncian distinto dependiendo de los símbolos diacríticos (puntos, círculos y comas) que se colocan encima o debajo de la letra. 5) Dependiendo de si se escriben al principio, en medio o al final de la palabra, hay letras que se escriben distinto. Lo que se acaba de exponer es válido para la ortografía cursiva del árabe actual pero también vale para la ortografía kúfica de los primeros coranes.
Hagamos, pues, un breve recorrido por la historia del islam. La primera versión escrita del Corán no contiene signos diacríticos y el erudito cordobés Al-Qurtuby (1214-1273) afirmaba que, por las fuentes de las que él tiene conocimiento, fue Abu-l-Aswad ad-Du’al (603-689) quien introdujo signos diacríticos (puntos, comas y círculos) sobre las letras en árabe para diferenciar consonantes que los marcó con tinta roja. Como el sistema era complejo de implementar, el gobernador al-Hajjaj ibn Yusuf al-Thaqafi pidió a Al-Khalil ibn Ahmad al-Farahidi (718-791) que diseñase un nuevo sistema. A día de hoy, solo se conservan unos pocos fragmentos de esas primeras versiones del Corán escrito como se verá más adelante.
Este diseñó un sistema más simple que abarcaba las diferencias que era necesario codificar para facilitar la lectura a los hablantes no nativos del árabe que tardó algún tiempo en ser aplicado por todos los copistas. Se considera que por el siglo X ya se empleaban los diacríticos como norma. Pero, ¿por qué ocurrió esto? Por dos motivos: porque las vocales no se escribían en un principio y porque hay numerosas consonantes que se representan con una misma letra. Veamos unos ejemplos: b-t y z (pronunciado como ce) se representan con la misma letra. Ocurre lo mismo con las consonantes r-z , ch-g-h (ch del alemán, y la consonante faringal h que no existe en otros idiomas), s-sh (como en inglés), consonantes enfáticas s-d, r-e (r del francés, y vocal faringal. Solo los signos diacríticos sobre, al lado y bajo la letra las diferencian. Volviendo al ejemplo de casa-caso-cosa quiere esto decir que, en muchas ocasiones la palabra escrita sin vocales ni diacríticos sería c.s. No podríamos saber de qué palabra se trata y, con suerte, el contexto nos ayudaría a descifrar su significado. Exactamente eso es lo que ocurre con el árabe. Y el problema aquí es mucho mayor porque ni tan siquiera se pueden diferenciar las consonantes si no llevan diacríticos haciendo casi imposible que se pueda entender su significado quedando como único recurso la especulación atendiendo al contexto lingüístico.
Hagamos un pequeño experimento. Imaginémonos que las letras b-d-p-q solo dispusiesen de la parte redonda, y las líneas se hubiesen añadido en una etapa posterior de la producción escrita. No podríamos diferenciar las palabras buque-duque o bote-dote-pote porque faltaría la línea delante o detrás de la parte redonda de la letra y estas palabras se escribirían igual y el resultado sería oque-oque#oote-oote-oote. Si la palabra de dos sílabas se escribe con dos consonantes que se representan con dos letras distintas, se puede adivinar su significado evaluando el contexto en el que viene inserta la palabra. Por ejemplo, las palabras en árabe tío-situación, solución-vinagre, perro-corazón, picar-verdad, mejilla-afilado se escriben con las mismas letras, se pronuncian distinto y se diferencian en el diacrítico. ¿Cómo sabe el lector cómo pronunciar la palabra a la que le falta el diacrítico? No puede saberlo a ciencia cierta, pero el contexto le puede ayudar a desambiguar el significado. A este problema gráfico se le añade otro ya que el Corán es una recopilación de relatos sueltos en forma de verso y no hay demasiado contexto al que agarrarse para desambiguar significados.
Para hacernos a una idea de cómo varían los significados atendiendo a las raíces, podemos emplear la plataforma Corpus quran. Veamos algunos ejemplos del árabe empleando el recurso de esa plataforma. La raíz t-l-q significa divorcio y el Corán tiene una azora entera dedicada al divorcio, la azora 65 que es muy corta, pero esta palabra aparece empleada como verbo 21 veces y como sustantivo 2 veces en el Corán. Estas búsquedas se pueden realizar empleando el recurso corpus quran, pero hay que andarse con tiento porque no incluye todas las azoras. Veamos un ejemplo. La raíz j-h-d significa esforzarse como verbo y esfuerzo o empeño como nombre o fuerte como nombre verbal según el glosado del Corpus Quran y aparece 51 veces según su listado. Este corpus tiene listados los versos coránicos en los que aparece esa palabra que se pueden, en última instancia, traducir usando google para confirmarlo. La traducción arroja palabras como luchar que no aparecen en el glosado de Corpus Quran. Este corpus anota el número de veces que una raíz aparece en el Corán y lista los ejemplos, pero hay ejemplos que no están listados. Solo hay un ejemplo con el significado de luchar contra «hacer la yihad» en el Corpus. Pero, el significado de luchar aparece decenas de veces en el Corán y en los hadices. ¡Qué casualidad!
Este es el ejemplo sí viene recogido en el Corpus Quran 2:218 “Los que creen, emigran y luchan en el camino de Allah, esperan la misericordia de Allah. Allah es Perdonador y Compasivo.” En este contexto, podría entenderse la palabra lucha como esfuerzo.
No obstante, he aquí dos ejemplos del Corán que no vienen recogidos en el Corpus Quran y no deja espacio para la duda sobre su significado. 2:193 «Luchad contra ellos hasta que no haya más oposición y la Adoración debida sea sólo para Allah. Pero si cesan, que no haya entonces hostilidad excepto contra los injustos. 2:191 «Matadlos donde quiera que los encontréis y expulsadlos de donde os hayan expulsado. La oposición (a vuestra creencia) es más grave que matar. No luchéis con ellos junto a la «mezquita inviolable» si ellos no lo hacen, pero si os atacan, matadlos; esta es la recompensa de los incrédulos.” El significado de luchar no viene listado en el corpus, pero quien quiera buscarlo lo puede hacer y verá que aparece muchas veces en el corán, en concreto 8 veces en la azora 2, 16 veces en la azora 9.
Seguro que habrá oído que el islam es la religión de la paz porque la misma palabra significa paz. Esto no es del todo cierto y veremos por qué. Las palabras salam e islam comparten la misma raíz trilítera S-L-M. Las palabras “salam” y “silm», sí que pueden llegar a significar paz, bienestar, buena vecindad u hospitalidad porque son derivadas del verbo “salima”. La palabra islam se deriva de la cuarta forma del verbo “aslama” que deriva palabras que acaparan significados de poder, sumisión y rendición habiéndose dado esta derivación en una etapa posterior de la historia del árabe que coincide con el nacimiento y expansión del islam. José Bellver atribuye este cambio de significado a un proceso de lexicalización, o fijación de significado. Otros investigadores como Wilfred Cantwell Smith en su libro “The Meaning and End of Religion” de 1963 emplearon el análisis estadístico para descifrar el significado de las palabras. Fred M. Donner afirma sobre Smith que
„A través de una especie de análisis estadístico de todas las referencias en el Corán donde se encuentran palabras derivadas del verbo aslama, es decir, el participio muslim y el gerundio islam, Smith ha demostrado que en su mayoría significan «someterse» o «rendirse» [es decir, alguien que se rinde ante Dios], o «que se rinde a [Dios]» o «se ha rendido”. Traducción CdE.
Smith argumenta que el significado de sumisión o rendición de la palabra islam ha sido desplazado o suplantado. La forma cuarta forma verbal es causativa, mientras que las formas quinta y sexta son reflexivas y sí pueden aceptar un significado de sumisión que se encuentra documentado en el mismo Corán, por ejemplo, en la azora 2:112 “¡Pero no! Sino que aquel que humille su rostro ante Allah y actúe rectamente, no tendrá que temer ni se entristecerá.” Y en la azora 2:131 “Cuando su Señor le dijo: ¡Sométete! Dijo: Me someto al Señor de los mundos.” Un fenómeno parecido ocurrió en el hebreo, también una lengua semítica, que comparte la raíz s-l-m en la palabra “shalom” que significa paz, saludo. También en el hebreo apareció un nuevo significado de aceptación, resignación en la época rabínica a partir del siglo VI. Que las palabras cambian de significado es un fenómeno que se da en todas las lenguas del mundo. La palabra latina “sinister-sinistra” ha pasado de significar izquierda a significar siniestro en el castellano de hoy. Pero el cambio de significado de la palabra islam del siglo VI y el nacimiento del islam en el siglo VII parecen guardar alguna relación indirecta.
Entonces, ¿por qué se oye tantas veces que islam significa paz? Uno de los motivos es que más del 90% de los musulmanes no habla árabe como lengua materna y, por descontado, no son capaces de leerlo ni entenderlo ni escribirlo. Los que sí saben árabe entienden la expresión de islam a Dios en el uso habitual con un significado más bien positivo como salvación, sanación, integración, compleción, perfeccionamiento y pacificación según Bellver. Si suelen optar por usar ese significado es, tal vez, porque obvian el significado lexicalizado que significa sumisión. Y, por norma, lo hacen cuando se les plantean preguntas incómodas que no saben o desean responder. Es como si nos preguntan qué significa chorizo y decimos que significa solo embutido. El significado ladrón deriva de la palabra chori del caló que significa robar mientras que el embutido proviene del latín salcicium “salado”. Mejor aún es la palabra tañer y su parecida atañer. Si deseamos, por pudor, ocultar que tañer significa tocar, podemos decir que significa importar. ¿Cómo podría islam significar paz si el Corán hace un llamamiento al combate y a la guerra santa unas 164 veces? No cuadra. Hasta aquí esta breve introducción a los entresijos del árabe. Huelga decir que el árabe tiene muchos más laberintos que se desentrañarán en las dos próximas entregas.
No olvide leer las fuentes para poder formarse su propia opinión.
Bibliografía
Bellver, José. Sobre el significado de la palabra ‘islam’.
Corpus Quran
https://corpus.quran.com/qurandictionary.jsp
Traducción del Corán
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