Germán Gorraiz | ¿Se tambalea el euskera en Navarra?
El Día Internacional de la Lengua Vasca (ENE) fue fundado por Eusko Ikaskuntza en 1949 como «el día para proclamar el valor universal deleuskera». En el siglo XIX, al adaptarse a los nuevos cambios y desafíos sociales, la IE mantuvo su entusiasmo por el euskera en todas sus áreas de trabajo. ENE se celebra generalmente el 3 de diciembre y este año celebrará bajo el lema «Nuevas formas, nuevas vías», en memoria de la muerte de Francisco de Xavier, que según cuenta la historia, sus últimas palabras fueron susurradas usando su lengua materna. Aunque es un día de celebración, proclamación y compromiso con el Día Internacional del Euskera, todavía el uso del euskera está lejos de la normalización. Por lo tanto, aunque haya 300,000 hablantes bilingües más que hace más de 30 años en el País Vasco, entre la población vasca, el 20% favorece el uso del euskera y otro 8.9% comparte dos idiomas, lo que aumenta el objetivo de uso del euskera.
Lamentablemente, en el origen de la «Lingua Vasconum Primitiae», en el Antiguo Reino de Navarra, el futuro del euskera es en general tambaleante, porque por encima del eco en los medios de Navarra, la cruda realidad muestra que la difusión del euskera en Navarra se ha detenido, aunque ha habido un aumento en los últimos 15 años. Dada la situación incierta de la lengua vasca en Navarra, se concluye que necesitamos una reflexión profunda y una crítica constructiva, porque la debilidad de la lengua vasca nos obliga a comprometernos a vivir en la lengua vasca. Es decir, los vascos, que usan el euskera están llamados a actualizar, mejorar y aumentar su uso, y también aquellos que dominan el euskera con fluidez, porque la clave del futuro del euskera está en el uso.
Por lo tanto, evitar el estancamiento del euskera en Navarra requerirá esfuerzos invaluables por parte de los euskaldunes, aumentando el presupuesto para el euskera para evitar esta «fosilización», ya que es urgente hacer que el euskera sea visible en todas las áreas de la vida cotidiana para los que vivimos en Navarra y se convierta en un active cultural y una herramienta para unir el euskera. En este sentido, la campaña «Euskaraldia» ha sido un promotor efectivo, una vez descartados los prejuicios, los miedos y las vergüenzas, si nos detenemos a sumergirnos en el «universo del euskera» y vistos los resultados, ha venido a quedarse.
Si desea leer más artículos de Germán Gorraiz, pinche AQUÍ