Catalina de Erauso | Entrevista a Amaia Izko
Usted es abogada y ha tenido cargos políticos en Sortu. ¿Qué más puede decir de sí misma?
Que a estos dos lugares me ha llevado mi militancia política en la izquierda abertzale y mi compromiso con el independentismo y con la justicia social y que con una de las cosas que más he disfrutado en mi vida es aprendiendo y luego enseñando y viviendo en euskera y la otra es un hijo que me alegra la vida desde hace ahora diez años.
Preguntas sobre las vulneraciones de DDHH en Euskadi
- En los años 80-99 del siglo pasado se cometieron vulneraciones de DDHH atroces en Euskal Herria en plena democracia. ¿Le tocó defender a alguna persona que había sido torturada por las FSE?
Yo empecé a trabajar en el mundo de los presos y presas vascas en los principios de los 90, de modo que me tocó ver y conocer personas torturadas ya bastante antes de mis inicios como abogada. Uno de mis recuerdos más vívidos, que todavía recuerdo con un nudo en el estómago, fueron las detenciones, incomunicaciones y terribles testimonios de tortura de las personas que detuvieron en Iruñea e Iruñerria en diciembre de 1994 a las que acusaron de tener relación con el komando Nafarroa de ETA.
Conocía a muchas de ellas personalmente y vi en ellas la huella profunda de la tortura y luego me tocó también tomar parte en su juicio y en otros muchos, muchísimos y asistir a otros muchos detenidos y detenidas que denunciaron haber sido víctimas de salvajes torturas y obligadas a declarar en su contra y en contra de otras muchas personas.
Por lo que yo viví, durante estos años y también en las dos primeras décadas del siglo XXI, las torturas denunciadas por los detenidos y detenidas vascas incomunicadas eran la norma, eran sistemáticas. No un fallo del sistema, sino el mismísimo sistema.
- ¿Qué aconsejaba y aconseja ud. a clientes torturados vista la impunidad con la que actuaban y actúan algunos miembros de las FSE?
A pesar de la evidencia de la impunidad con la que jugaban los cuerpos policiales durante la incomunicación y luego en los propios procedimientos judiciales, el consejo ha sido siempre la denuncia, siempre respetando la situación de cada persona, ya que me he encontrado con personas que no eran capaces de interponer esa denuncia. Pero mi consejo ha sido siempre el de denunciar y pelear en el procedimiento judicial que las declaraciones obtenidas durante la incomunicación no eran válidas, puesto que obtenidas violentando derechos fundamentales. Y aunque eso ha supuesto a esas personas exponerse mucho y aunque durante años estas denuncias y estas defensas han chocado contra el muro de la impunidad, lo cierto es que sin ellas jamás hubiéramos llegado al punto en que la ONU o el Tribunal de Estrasburgo hayan llegado a reconocer esta situación y la impunidad que la ha rodeado, o al punto de que el Gobierno de Gasteiz (y esperamos que más pronto que tarde también el de Nafarroa) se haya visto en la tesitura de tener que encargar un estudio, que ha resultado demoledor, sobre la tortura y la incomunicación. Así, que pese a toda la impunidad, la denuncia ha merecido la pena.
- ¿Conoce de casos de personas que fueron condenadas por hechos en los que no estaban involucrados y por confesiones bajo torturas?
Conozco cientos de personas que han sido condenadas por sus propias declaraciones auto-inculpatorias o las declaraciones inculpatorias de otras personas. Cientos. Y es que durante años y años estas declaraciones, no solo han sido admitidas como prueba, sino también como prueba suficiente, por lo que la realidad ha sido que estas personas han sido condenadas única y exclusivamente por estas declaraciones, sin que se presentara contra ellas ni una sola prueba más de cargo. A este respecto invito a cualquiera a un estudio sobre las sentencias dictadas en temas relacionados con ETA o con hechos de kale borroka por la audiencia nacional hasta el año 2006/2008 y la realidad se impondrá. Así que, si esas personas habían sido realmente o no autoras de esos hechos nunca ha importado mucho, siempre ha quedado en un segundo plano. Lo importante era condenar.
- ¿Tiene noticia de peritajes amañados, testigos que faltaron a la verdad, informes forenses inverosímiles que después condujeron a la condena de alguna persona?
Tengo la experiencia de que si hubiese sido necesario, se hubiese llegado a eso, sin duda. Pero ni siquiera les ha hecho falta, ya que los peritajes que han servido durante años y años para condenar han sido periciales hechas por la policía al servicio exclusivo de sus tesis e hipótesis, los propios forenses de la audiencia nacional han sido una pieza más de la cadena y la prueba única para condenar han sido, como he dicho antes, las declaraciones obtenidas durante la incomunicación. ¿Con todo esto, para que arriesgar más?
- ¿Cómo valora el hecho de que algunos miembros de las FSE del estado fuesen condecorados después de haber sido probado que habían vulnerado los derechos de la ciudadanía en el ejercicio de sus cargos, por ejemplo, torturando, practicando violaciones o introduciendo pruebas falsas a los acusados?
Considero que eso forma parte de la impunidad que necesariamente ha rodeado a la práctica de la tortura en el estado español. Del mismo modo que la incomunicación era necesaria para que nadie pudiera controlar o interferir en la situación de la detención, con posterioridad era también necesario proteger siempre a quien había participado en ese primer estadio, evitando cualquier consecuencia de las posibles denuncias de mal trato y tortura. Y era necesario también, como ha constatado el Tribunal Constitucional y el Tribunal de Derechos Humanos, que los juzgados ordinarios no llevaran a cabo investigaciones realmente eficaces, sino que la norma fuera no dar veracidad a los testimonios de mal trato y no investigar. Y si todo eso fallaba, era necesario compensar las “molestias” y eso, tal y como se ha podido comprobar, se ha materializado con reconocimiento y recompensas a aquellos a quienes no se había conseguido proteger totalmente. Realmente, no creo que esta cuestión pueda entenderse de otro modo.
- Si un policía tortura, se le condecora después y además sigue en un cargo de mayor responsabilidad dentro del entramado policial, ¿se puede hablar de democracia consolidada si esto ocurre con cierta frecuencia?
Y creo que no, creo que esto, como otras muchas asignaturas suspendidas por el estado español en cuanto al respeto de los derechos fundamentales tanto individuales como colectivos, empezando por el propio derecho de los pueblos a su libre determinación, habla claramente de un grave déficit democrático en el estado. Pero es que no puede ser de otro modo en un estado en el que no tras la muerte de Franco ni ha habido posteriormente ruptura o regeneración.
- Un caso de torturas brutales y posterior asesinato es el caso Almería que ocurrió en 1981 y nada tenía que ver con el conflicto vasco. ¿Qué opina sobre este caso y los intentos de hacer desaparecer evidencias para que no se pudiese probar esta atrocidad?
No conozco los entresijos de este caso, la verdad, lo que impide opinar en profundidad. Pero sí creo que éste forma parte del elenco de los episodios más negros de la guardia civil y del estado español, y que muestra muy a las claras lo que es la impunidad pura y dura de la que hemos hablado. ¿Realmente en qué clase de estado puede ocurrir esto y que la respuesta de los responsables políticos, institucionales, policiales y judiciales se limite al silencio, a mirar hacia otro lado o directamente a garantizar que unos hechos así queden impunes? Yo creo que la respuesta se impone por sí sola.
- ¿Cómo ha podido consentir la UE que se produjesen estas vulneraciones de DDHH en su seno donde un miembro soberano contrata a sicarios para asesinar a determinados ciudadanos y mantiene el mayor centro de tortura europeo en Intxaurrondo?
A pesar de que, por fín, se han conseguido pronunciamientos que han puesto negro sobre blanco la falta de investigación eficaz de las denuncias de torturas e incluso la propia existencia de tratos inhumanos y degradantes en el caso de concretos detenidos acusados de pertenencia a ETA, lo cierto es que hemos tenido que esperar hasta los últimos años para conocer resoluciones como estas. Y es que, como dices, durante años la Unión Europea y sus tribunales han mirado hacia otro lado ante estas y otras situaciones de vulneración de derechos, ya que “todo” se ha permitido y todo se ha justificado con la excusa de la lucha contra ETA. Desgraciadamente, durante muchos años el estado español ha tenido un cheque en blanco europeo para estas prácticas con la excusa de la protección y de la consecución del bien mayor.
- Cuando ve que el sr. Ocaña en una entrevista en Salvados dice quién le pagó por asesinar a Brouard y cuando dice Pastrana que los vascos son blandos, ¿por qué no actúa la fiscalía de oficio? ¿No podría actuar por decencia a pesar de que los crímenes hayan prescrito?
La fiscalía ha conocido “de oficio” la realidad de la tortura, sin ningún tipo de duda y su actitud de aceptación ha sido también un activo para que la cadena de la tortura funcionara como lo ha hecho. ¿Por qué iba a cambiar ahora de actitud? ¿Quién espera que eche piedras sobre su propio tejado?
Pero es que, además, todo el entramado de negación e impunidad para con la tortura ha llegado tan lejos y está tan asentado en el estado español, que ante barbaridades como las que mencionas, la fiscalía ni siquiera se ve obligada ni llamada a actuar.
Preguntas sobre las sentencias condenatorias por la no investigación de las querellas por torturas el Tribunal de Estrasburgo
- El tribunal de DDHH de Estrasburgo ha condenado a España en numerosas ocasiones por no investigar las denuncias de torturas. ¿Qué reflexión hace sobre España ante las repetidas condenas?
Yo creo que el estado español asume estas sentencias como pequeños fallos u obstáculos en un sistema que, por lo demás, le ha sido en sumo valioso y eficaz.
- Cuando a un país se le condena reiteradamente por este motivo, Amnistía Internacional y la ONU advierten a España de estas malas prácticas sistemáticas, ¿no debería haber intervenido la UE en defensa de los perjudicados por esas vulneraciones de DDHH? Con esto me refiero a actuaciones que fuesen más allá de las sentencias condenatorias de Estrasburgo.
Como ya he dicho antes, la UE ha permitido manga ancha absoluta al estado español con la justificación de su lucha anti ETA. Si esto ha sido así, no resultaría ni entonces ni ahora de recibo o comprensible que, por esas conductas, reprendiera o sancionara al estado español ¿no le parece?
- ¿Ha intentado España presionar a los magistrados del Tribunal de DDHH de Estrasburgo en los múltiples casos de las torturas conocidos en Euskal Herria?
No tengo elementos objetivos para contestar a esta cuestión, si te soy sincera.
- ¿No sería una opción presentar denuncia en el Tribunal de la Haya en vista que las torturas, múltiples asesinatos pagados con dinero público, cierre de periódicos que hacían periodismo de investigación, ilegalización de partidos políticos y asociaciones de ciudadanos y demás parecía seguir un plan para anular a una parte de la población vasca y no se trataba de casos aislados? ¿Son crímenes de lesa humanidad?
Creo que cualquier vía judicial debe ser precedida por una convicción social o un cuestionamiento crítico amplio de la cuestión que se va a judicializar. Si no, aunque trabajo en este ámbito por mi condición de abogada, creo que la vía judicial en los términos que planteas, se verá claramente abocada al fracaso. En mi opinión, lo que resulta fundamental es la reflexión y toma de posición social sobre estas cuestiones, de forma amplia y plural, entre, por supuesto, los sectores sociales y políticos que podrían llegar a cuestionárselo. Y, si te he de ser sincera, no veo a las izquierdas del estado español en disposición de abordar debates o posicionamientos en estos parámetros que planteas.
- Visto desde la distancia, ¿se podría decir que se trataba de una estrategia de limpieza política, entendiendo este término en las mismas claves que la limpieza étnica?
Bueno, lo que ahora está quedando meridianamente claro es que en el estado español el enemigo a batir no son las expresiones de violencia, como lo era la de ETA, sino las exigencias y reivindicaciones políticas que hay detrás, el independentismo, el cuestionamiento del sistema constitucional español y su negación de los pueblos.
Por eso, la lucha contra ETA por parte del estado español lo que ha cubierto perfectamente ha sido una lucha contra una aspiración nacional legítima de un pueblo.
Y eso, que ahora aparece claro y que en Cataluña no deja mucho margen a la discusión, se ve también perfectamente claro echando un poco la mirada hacia atrás.
Y es que lo que en Euskal Herria hemos vivido durante lo que se conoció como la política de ilegalización y que pasó por arrasar organizaciones sociales, juveniles, medios de comunicación y partidos políticos entre los años 1998 y 2012, no ha sido sino una clara estrategia de dinamitar todo un movimiento social y político que planteaba y peleaba con fuerza por una apuesta política de independencia y justicia social.
- ¿Cuándo se va a empezar a valorar la responsabilidad moral de algunos jueces, determinada prensa y determinadas asociaciones como Manos Limpias y otras en todo el periplo de la guerra sucia en Euskal Herria?
El primer paso habrá de ser reconocer y asumir la guerra sucia. A partir de ahí, está claro que hay un muy amplio camino por recorrer.
Preguntas sobre la nueva etapa en Euskadi
Para entender esta nueva etapa, es necesario entender la forma de actuar de la sociedad vasca.
- Cuando se votó en referéndum la Constitución del 78, hubo una abstención histórica de casi el 50% y los votos rechazando esa constitución fueron del 20% cuando en el resto del estado la participación fue de más del 85% y el SÍ tuvo cotas de más del 85%. ¿Cómo valora esta forma de votar del pueblo vasco?
Creo que ponen a las claras sobre la mesa y cuestionamiento amplio y profundo de una constitución que negaba a las claras y sigue negando la existencia de EH como pueblo y su derecho a la libre elección de su futuro, su relación con el estado y sus propias estructuras. Su derecho de autodeterminación, en definitiva.
- ¿Qué retos afronta Euskal Herria en un futuro inminente al haber desaparecido ETA?
Construir y avanzar en un proceso independentista que lleve a nuestro pueblo a la justicia y a la libertad.
- Una de las cuestiones importantes para abordar el futuro de Euskadi es el relato de lo ocurrido los últimos 70 años con todos sus matices. ¿Cómo cree que se abordará este reto? ¿Qué le parece el mantra de un relato único de vencedores del PP y PSOE?
Este relato único es vía muerta si queremos llegar a una verdadera normalización política y social y a una convivencia plena. Construir relatos sobre la base de la negación y el sometimiento de otros relatos no es más que seguir echando sal sobre las heridas abiertas que, evidentemente de este modo, nunca cicatrizarán. Y esto no solo es negativo para las personas que han vivido y sufridos esos otros relatos, sino que nos perjudica como sociedad y nos impide avanzar.
Lamentablemente hay quien está más preocupado en presentarse como el ganador y en tratar de humillar al otro, que en la verdadera convivencia y en permitir a la sociedad avanzar.
- Uxue Barkos e Iñigo Urkullu abogan por la construcción de una memoria plural y compartida basada en el rechazo a cualquier forma de terrorismo o violencia y a su legitimación o justificación. ¿Qué cree que implica todo esto?
Sinceramente no creo que la construcción de una memoria o un relato colectivo, inclusivo y plural sea posible si de partida se imponen ya determinadas cuestiones o se parte de calificaciones concretas. El ejercicio de construir este relato ha de ser colectivo y las instituciones han de limitarse a facilitarlo, pero no deben de guiarlo ni dirigirlo. En cualquier caso, cuestiones como el rechazo a la violencia o al terrorismo habrían de ser conclusiones a las que llegara, sin llega, la sociedad tras ese ejercicio lo más libre y menos condicionado posible. Podrá ser la conclusión, si es que así lo decidiera la sociedad, pero me parece un error que se quiera imponer como una premisa, porque situarla como tal lo único que puede provocar es el bloqueo e impedir avanzar.
- El final de ETA ha sido singular y no ha llenado portadas en la prensa nacional. El eco internacional ha sido mayor. Jonathan Powell afirma que un conflicto político requiere soluciones políticas para garantizar su no repetición. Además, alerta de que un escenario como el vasco puede estar cocinándose en Catalunya. ¿Cómo valora usted las reflexiones de Powell?
Creo que a estas alturas aparece con claridad que el estado español está tratando de utilizar en Cataluña los instrumentos y mecanismos represivos ensayados y puestos en marcha en EH durante años. Sin embargo, creo que se equivoca de medio a medio porque no cuenta con que el final de ETA y el propio proceso catalán han abierto a mucha gente los ojos ante esa realidad represiva que no está dispuestos a admitir.
Pregunta íntima
- ¿De dónde saca energías para seguir defendiendo a personas en un tribunal excepcional como la AN heredero del TOP franquista?
Por una profunda convicción sobre lo que hago y los motivos por los que lo hago y por los frutos que, con tanto esfuerzo y con tan poco margen, hemos conseguido rascar y por la seguridad de que todo lo hecho, todas las denuncias, todo lo que hemos conseguido cuestionar esta jurisdicción excepcional, al final servirá.
Si desea leer más artículos de Catalina de Erauso, pinche AQUÍ