“En Europa encontramos dificultad para abordar el tema del 12 de octubre con los europeos quienes todavía consideran que ese día significa el advenimiento de un gran momento de la historia: la conquista. No admiten que fue una invasión”
Así lo señaló el filósofo colombiano-francésAlfredo Gómez Müller, profesor de Estudios Latinoamericanos y de Filosofía en la Universidad François-Rabelais de Tours (Francia) y Doctor de la Universidad de Ciencias Humanas de Estrasburgo, quien ofreció una conferencia en Madrid a propósito de los 523 años de la Resistencia Indígena que se cumplen este 12 de octubre, invitado por la Embajada venezolana en España a través de su Centro de la Diversidad Cultural.
“Si uno busca en un diccionario el significado de la palabra invasión encontramos que se trata de la palabra más apropiada para caracterizar lo que sucedió a partir del llamado descubrimiento del 12 de octubre, es una invasión” dijo para referirse a la fecha que es conmemorada, aunque con distintas connotaciones, tanto en Europa como en América.
“Considerar que es una celebración el 12 de octubre es simplemente negar que fue un acto de violencia contra toda una parte de la población americana, que representa el otro lado, los que fueron conquistados, para ellos fue una tragedia, para ellos el 12 de octubre es el inicio de un momento trágico, de muerte, de destrucción, de saqueo, entonces como podemos ignorar ese sentimiento de millones de compatriotas de nuestro continente.”
Gómez Müller, autor de numerosas obras en los campos de la ética y la filosofía política, entre las que se encuentran“Alteridad y ética desde el descubrimiento de América (Madrid, 1997), señala que hay todo un desafío “para tratar de desarrollar un pensamiento crítico frente a este hecho y mostrar que las cosas no son tan unívocas y tan sencillas como se tiende a presentar en muchos discursos públicos y también académicosen Europa, en otras partes del mundo y también en nuestra América de habla hispana donde todavía hay sectores de la sociedad para los cuales el 12 de octubre es una fecha de celebración.”
Reconstruir el imaginario
Subrayó Gómez Müller que una de las tareas más urgentes que se le presenta hoy en día a América es reconstruir su imaginario nacional, “replantear los elementos constitutivos de este imaginario, pues durante siglos fue reducido a elementos de origen europeo”, dice mientras confiesa la conmoción que cuando visitó en Caracas el Panteón Nacional de Venezuela, en Caracas.
“Encontrar al lado de la figura de Simón Bolívar al indio Guaicaipuro es un hecho de una significación suprema y que contribuye a esa reconstrucción del imaginario a partir de nuestras realidades. En Venezuela, en Colombia, México, Argentina, realmente todo el continente, durante mucho tiempo la nación ha sido pensada a partir de referentes culturales puramente europeos, de origen hispánico, o de origen ilustrado, olvidando referentes culturales fundamentalmente como los de las culturas aborígenes o los propios del afroamericano.”
Enfatiza que esta situación tiene consecuencias graves para pensar y vivir nuestras sociedades, “de ahí la tarea importante de reconstruir ese imaginario nacional no solo con un interés académico sino por un interés social.”
Fortalecer la unidad latinoamericana
Estudioso del pensamiento mirandino, Gómez Müller participó del Ciclo de Conferencias “Vigencia del Pensamiento del Generalísimo Francisco de Miranda”, destacando que el proyecto político del Precursor de la Emancipación americana, es continental.
“Su idea no era crear una serie de estados-nación separados, rivales, enemigos, sino formar una organización política, administrativa, jurídica, economía, a nivel continental, un proyecto de unificación de los pueblos de América Latina, fundamentalmente los pueblos de habla hispana.”
Gómez Müller considera que durante el siglo XX cobraron fuerza las ideas proféticas de Miranda, también seguidas por Bolívar, Bilbao (Chile) y José Martí (Cuba).
“Hay toda una serie de iniciativas políticas de unidad entre nuestros pueblos y aquí Venezuela ha jugado un papel muy importante evidentemente, alianzas latinoamericanas que se están desarrollando, con grandes obstáculos,pero esperamos pueda seguir ampliándose y en un plazo no muy lejano seamos capaces de construir formas nuevas y más fuertes de integración política, económica, cultural, social entre nuestros pueblos.”
No obstante advierte que la fortaleza o retroceso de estos movimientos de unidad en la región, “marcados por un gran espíritu emancipador, dependerá de la correlación de fuerzas a nivel planetario.”
“Nada de lo que construimos los seres humanos tiene un carácter definitivo y absoluto, todo lo que construimos es frágil, por consiguiente debemos tener mucho cuidado para mantener lo que hemos conquistado.”
Recalcó que como saldo positivo de estos esfuerzos de unidad se ha producido entre otras cosas, un nuevo espacio político en la región.
“Para EEUU era más fácil mantener políticas irreconciliables contra Cuba, si encuentra que ésta estuviera sola, pero si en otros lugares del continente se desarrolla la idea de que nuestras políticas deben ser producidas por nosotros mismos los latinoamericanos y no por EEUU, que no somos feudos sometidos a la voluntad de una potencia, pues esa conciencia que se desarrolla en Latinoamérica desde hace unas décadas, incide evidentemente en esta apertura de un espacio nuevo de discusión entre Estados Unidos y Cuba.
Desde luego, subrayó, todo esto puede cambiar, por eso es importante que en Latino América desarrollemos iniciativas que fortalezcan las afirmaciones de nuestra autonomía, de nuestra soberanía, frente a Estados Unidos.
Considera que el hecho de que por una parte Estados Unidos se abra a Cuba y al mismo tiempo desarrolle políticas agresivas contra Venezuela “es una manera de buscar un equilibrio de los sectores más conservadores y los menos conservadores de la política de Estados Unidos.”
Por último el autor de La Reconstrucción de Colombia (Medellín, 2008),se mostró optimista frente a la posibilidad de que en Colombia se logre la paz.
“Pero eso es solo una posibilidad, por el momento no realidad. Para que sea realidad se necesita todo un proceso. Hay elementos positivos en relación con políticas anteriores, tanto del gobierno como de la oposición armada. Hay un conjunto de circunstancias que favorecen el desarrollo de estos diálogos. Por supuesto que hay muchos obstáculos y muchas condiciones que tendrían que ser satisfechas para que se llegue a algo realmente positivo. Uno de los obstáculos es la resistencia de sectores ultra conservadores, en particular los sectores políticos representados por el ‘uribismo’, que han desarrollado no solo políticas sino también iniciativas de saboteo del diálogo, pero están perdiendo influencia afortunadamente”.