Marcel Lhermitte | “Un comunista” en Nueva York
“Estoy lejos de ser el candidato perfecto. Soy joven –a pesar de que hago mis mejores esfuerzos por envejecer–, soy musulmán, soy socialista democrático y lo más grave de todo: me niego a disculparme por esto”. Estas palabras pertenecen a Zohran Mamdani, luego de conocerse que había sido electo alcalde de Nueva York, y en las que aparentemente olvidó recordar que además es propalestino.
Tal como lo hizo Alexandria Ocasio Cortez en el 2018, cuando fue electa congresista de Nueva York en una campaña electoral que fue épica, ahora, un nuevo “hijo de Bernie” logra vencer al establishment político estadounidense y acceder a un puesto político clave.
Mamdani tiene 34 años. Como muchos de los habitantes de Nueva York es inmigrante. Precisamente nació en Kampala, Uganda, sus padres son de la India y sus abuelos de Tanzania. Llegó de niño a los Estados Unidos, pero no pudo obtener la nacionalidad hasta el año 2018. Trabajaba para una ONG como consejero en prevención de ejecuciones hipotecarias, en Queens, y además tenía un grupo de hip hop. Actualmente es miembro de la Asamblea Estatal de Nueva York, cargo que asumió en 2021 y para el que fue reelegido en 2022 y 2024. El 1 de enero de 2026 asumirá como alcalde de Nueva York.
En su campaña a la alcaldía tuvo que enfrentar al candidato republicano Curtis Sliwa y al demócrata Andrew Cuomo, quien había sido alcalde de Nueva York desde 2011 y al que ya había vencido en las primarias de su partido, pero que logró postularse igual como candidato independiente. No solo a ellos, sino que además los candidatos independientes Eric Adams, exalcalde de Nueva York, y Jim Walden, exfiscal, que decidieron endosar sus votos a Cuomo, con el objetivo de que no ganara Mamdani.
Y por si esto fuera poco, el electo alcalde neoyorquino sufrió también los embates del actual presidente estadounidense, Donald Trump y del empresario Elon Musk, dueño de X, red social que utilizó en los días previos a la elección para realizar una publicación con contenido desinformativo, que buscaba dañar la candidatura de Mamdani.
Trump también interfirió en la campaña a través de variadas amenazas: “si el candidato comunista Zohran Mamdani gana la elección para alcalde de Nueva York, es altamente improbable que contribuya fondos federales, salvo el mínimo requerido, a mi amada primera casa, porque como comunista, esta gran ciudad tiene cero chances de éxito o supervivencia”.
Pero las amenazas no quedaron ahí. En otra ocasión afirmó: “no dejaré que este lunático comunista destruya Nueva York. Tengo todos los controles y cartas. Salvaré la ciudad y la haré ‘caliente’ y ‘grande’ de nuevo”. En otras oportunidades sugirió que podría deportar a Mamdani o enviar a la Guardia Nacional para “restaurar el orden” si ganaba el candidato al que definió como “loco comunista” o “judío odiante”.
El presidente de Estados Unidos apoyó la candidatura de Cuomo y no la del candidato republicano –su partido–, tratando de promover un voto útil que impidiera la llegada del socialista democrático, o del “comunista”, según Trump, a la alcaldía de Nueva York.
¿Es Mamdani comunista? La respuesta es muy clara: no. Mamdani se define como socialista democrático, que es un sector progresista que se encuentra en el ala izquierda del Partido Demócrata de Estados Unidos, en el que hay figuras como el excandidato presidencial Bernie Sanders, Ocasio Cortez y la congresista Rashida Tlaib, entre otros.
Dentro de las propuestas de Mamdani sí se encuentran iniciativas que apuntan a una distribución de la riqueza más equitativa y que buscan promover ayudas sociales a los sectores que se encuentran más sumergidos, entre ellas congelar los alquileres, mejorar el sistema de autobuses y que sea gratuito, ofrecer un sistema de cuidados sin costo para las familias con niños menores de 5 años o poner impuestos a millonarios para financiar servicios.
Pero la luz de alerta que se le prendió a Trump no es el de las iniciativas socialistas democráticas de Mamdani, sino que en un panorama en el cual el Partido Demócrata aparece sin rumbo, surge un actor político que genera esperanza entre los estadounidenses y que además está dispuesto a enfrentarlo.
“Si alguien puede mostrarle a una nación traicionada por Donald Trump cómo derrotarlo, es la ciudad que lo vio nacer. Así no solo detendremos a Trump, sino también al próximo. Así que Donald Trump, ya que sé que me estás mirando, tengo algunas palabras para ti: sube el volumen”, decía Mamdani luego de conocer su triunfo electoral.
Estados Unidos, autoproclamado como el epicentro de la democracia, tiene como característica que el porcentaje de participación en las elecciones es bajo. En los comicios a la alcaldía de Nueva York el promedio de participación de los últimos años ronda el 25% de los inscriptos, pero en esta oportunidad, en la que el candidato socialista democrático arrasó (56,4%), fue a votar el 40% del electorado y, según analistas, el incremento se debió al porcentaje de jóvenes que decidió sufragar. El 68% de los menores de 35 años votaron por Mamdani.
Otras claves de la victoria fueron el rechazo al establishment, representado por Cuomo, la campaña digital, la segmentación realizada (con piezas con mensajes en español, árabe, bengalí e inglés) y la estrategia de grassroots, austera, sin grandes donantes y muy similar a la de Ocasio Cortez de 2018.
El tiempo dirá si Trump, Musk y el establishment político norteamericano tenían motivos en tratar de cortar el camino de Mamdani, así como también si este político se convierte finalmente en un referente de su partido, de la izquierda internacional y si logra enfrentar las políticas y el estilo del mandatario estadounidense. De momento, los neoyorquinos depositaron su fe y su voto en el nacimiento de una esperanza. El mundo observa.
