La unión de hombre y mujer puede regularizarse vía contrato civil a día de hoy, aunque muchas parejas optan por convivir de mutuo acuerdo y sin contrato mediante. Judaísmo y cristianismo lo contemplan una unión divina y tiene validez hasta que la muerte separe a los contrayentes. El matrimonio en el islam es totalmente diferente al permitir este el divorcio ya en el siglo VII.
Catalina de Erauso | Sexo a cambio de bienes: el matrimonio islámico
De ahí que sea necesario saber cómo se regula el matrimonio y qué «cosas» incluye. ¿Son los contrayentes «cosas» o, tal vez, una parte? Según el jeque Sheikh Ahmad Kutty docente de la universidad de Toronto (Canadá), el matrimonio es un contrato social y no es requerimiento la presencia de un imán, aunque suele ser habitual que sea quien oficie la ceremonia. Dicho esto, cualquier persona que haya sido autorizada puede formalizar matrimonios.
El consentimiento islámico
Según la ley islámica, el matrimonio se debe dar con el consentimiento de ambas partes, expresando este afirmando que se ha obtenido una oferta (ijab) y se acepta la misma (gabul). Dos testigos (shahidain) deben estar presentes en la ceremonia. Además de esto, el tutor de la mujer (un varón de la familia) debe dar su consentimiento a la unión según lo que opinan la mayoría de los imanes y eruditos. Aunque el consentimiento puede parecer progresista, veamos lo que dice este hadiz.
Narrado por ‘Aisha: Le pregunté al Profeta: «¡Oh Apóstol de Alá! ¿Debería pedirse a las mujeres su consentimiento para el matrimonio? El dijo que sí.» Dije: «Una virgen, si se le pregunta, se avergüenza y se calla«. Él dijo: «Su silencio significa su consentimiento«. Sahih Bujari Tomo 9, Libro 85, Hadiz 79.
Este hadiz es sumamente revelador. Se podría interpretar como » la mujer no calle, tal vez, no sea virgen». Nótese que la virginidad es lo más preciado de una mujer en el islam. Es algo de lo que nadie debe dudar a la hora de firmar el contrato de matrimonio debido a que una mujer desvirgada vale menos que una virgen. Sí, se paga más por una virgen. Por tanto, mejor callar y acatar. El consentimiento en plena libertad queda secuestrado por este hadiz.
Algunos imames como Abu Hanifah consideran que la mujer adulta puede contratar su matrimonio por sí misma y es igualmente válido a un matrimonio con consentimiento del tutor siempre y cuando ella haya elegido a un hombre que considere compatible. Pero, este imam está solo con esa opinión.
Otro elemento fundamental es la dote. Una parte integral del matrimonio es el obsequio matrimonial (mahr) prescrito en el corán en la azora 4:4 que ha de pagarse o bien antes de la consumación del mismo o después, aunque no es obligatorio dejar constancia de él en el contrato de matrimonio (nikaah), aunque es habitual que sí conste en acta. La ceremonia con un gran convite además de fiesta ni suma ni resta nada al contrato de matrimonio por no ser parte integral del mismo. En el contrato de matrimonio ideal no se estipula la duración de la vigencia del mismo. Ahora bien, hay tipos de matrimonios islámicos que sí lo hacen. Lo veremos más abajo.
El contrato de matrimonio
El matrimonio requiere publicidad para que el entorno social tenga conocimiento del mismo. El contrato de matrimonio es conocido por el término (nikaah) pero esta palabra también significa coito. El contrato de nikaah existe para que la relación sexual entre hombre y mujer sea lícita porque, de lo contrario, sería zina o pecado. Todos los eruditos coinciden que ese contrato lleva implícito el acceso carnal.
Así lo confirma el hadiz 1189 de Sahih-AlBujari “Los términos y condiciones de las dotes en los contratos de matrimonio. ‘Uqba bin ‘Ámir dijo: ‘El Mensajero de Dios dijo: “De todas las condiciones que debéis cumplir, las condiciones que os permiten acceder a las relaciones sexuales (el contrato de matrimonio) son las que más derecho tienen de ser cumplidas”. Por tanto, las relaciones sexuales son el eje fundamental de una unión mediante contrato de nikkah.
En algunos entornos islámicos el nikaah se entiende como contrato del coito que también regula la cuestión de la descendencia. De ahí que establezca un periodo de 3 meses de espera después de un divorcio y antes de que la mujer en edad fértil pueda contraer nuevas nupcias para determinar si la mujer está embarazada o no.
Ojo, el periodo de espera de 3 meses también está estipulado para las “mujeres” que todavía no hayan menstruado -o sea, niñas- según la sura al-talaq (número 65:4). Pero los abusos sexuales a niñas legitimados por la sura 65:4 del Corán se abordarán en otro artículo debido a que están estrechamente vinculados a la inexistencia del concepto de mayoría de edad en el islam.
Otros tipos de matrimonio
Además del matrimonio según lo expuesto hasta ahora, que sería el matrimonio ideal, existen otros tres tipos de matrimonio: son los matrimonios mutah, urfi y mysiar. El primero se practica en el islam chiíta y el segundo en algunas corrientes del islam sunita. El matrimonio mutah es un matrimonio en el que se estipula el periodo de duración del mismo, pasado el cual el matrimonio se extingue sin necesidad de divorcio. Eso sí, el hombre debe pagar a la mujer una «dote» adecuada por ese matrimonio por horas, días o semanas que legitima el disfrute sexual sin cometer pecado alguno.
Después de la extinción del matrimonio mutah, la mujer debe esperar tres meses para volver a contraer matrimonio. El matrimonio mutah estaba permitido en los inicios del islam pero se fue prohibiendo gradualmente según responde el jeque Yusuf Al-Qaradawi a una pregunta planteada por un musulmán. Afirma que la fornicación era habitual en tiempos preislámicos entre los árabes y se permitió en un periodo de transición al islam.
El hadiz 1737 de Sahih Al-Bujari explica el motivo por el que estaba permitido.
‘Abdullah dijo: ‘Salíamos de campaña con el Profeta y no llevábamos con nosotros mujeres. Dijimos: ‘¿Nos castraremos?’ y él nos prohibió eso. Después se nos permitió casarnos con una mujer (temporalmente) dándole aunque sea una vestimenta. Luego recitó: ¡Creyentes! ¡No prohibáis las cosas buenas que Dios os ha permitido!’“
Los eruditos explican este hadiz arguyendo que Mahoma permitió el matrimonio temporal a cambio de una vestimenta (la dote que exige el nikaah) cuando él y sus soldados se encontraban en una contienda bélica y no iban acompañados de sus esposas para satisfacer su pulsión sexual.
Igualmente, el hadiz 1844 de Al-Bujari .
Ÿâbir bin ‘Abdullah y Salama bin Al-Akwa’ dijeron: ‘Formábamos parte de un ejército y el Profeta vino a nosotros; nos dijo:«Se os ha permitido practicar la mut‘a. ¡Hacedlo,pues!»’.
Sus soldados, queriendo conservar la castidad para lograr el beneficio del paraíso, barajaron la posibilidad de castrarse, pero Mohamed permitió el matrimonio temporal. Después quedó prohibido en la batalla de Jaybar según una nota en los hadices de Sahih Bujari (página 266). El matrimonio mutah se practica en Irán o Iraq, por ejemplo quedando formalizado y registrado por un imam por norma y la mujer recibe alguna contraprestación a cambio. La mujer puede ser niña debido a que no existe la mayoría de edad en teocracias islámicas. Es lo más parecido a la prostitución.
El matrimonio misyar se practica en algunas corrientes del islam sunita, otras lo rechazan. Este tipo de matrimonio no estipula la duración o el fin del matrimonio, pero los contrayentes renuncian a algunos de los derechos que se entienden como pertenecientes al mismo. Por ejemplo, renuncian a vivir juntos, la mujer no tiene derecho a pedir sustento ni techo así como el derecho de manutención y acceso del hombre.
El jeque de la universidad Al-Azhar Muhammad Sayyid Tantawi y el teólogo Yusuf Al-Qaradawi (director del Consejo Europeo para la la Fetua e investigación) afirman en sus escritos y conferencias que la mayor parte de los hombres que practican este tipo de matrimonio son hombres casados o mujeres viudas y divorciadas o fuera de la edad matrimonial.
Este matrimonio viene formalizado igual que el matrimonio ideal. Algunos autores afirman que el único objetivo de este matrimonio es el disfrute sexual que otros consideran inmoral. Que algunos lo consideren inmoral socialmente no resta validez a este tipo de matrimonio según la ley islámica o sharia que se acuerda para evitar el adulterio, este último penado con la lapidación.
Otra de las uniones es el matrimonio urfi, practicado en ámbitos salafistas. El término urfi viene legitimado a grandes rasgos por derecho consuetudinario, o la costumbre. Requiere de un tutor (wali) y dos testigos con la diferencia de que no se registra oficialmente ante la autoridad competente.
La mayoría de los países árabes no lo reconoce como matrimonio ni tampoco cabe divorcio al ser nulo de pleno derecho. Algunas personas lo perciben como lícito según sus costumbres religiosas y lo mantienen secreto ante su familia. Por ejemplo, en Egipto un clérigo puede unir en matrimonio sin el consentimiento del tutor legal de la mujer y con connivencia de las autoridades civiles.
Su practica para el disfrute sexual por periodos breves va en aumento y permite a los hombres evitar el pago de la manutención de la mujer. En términos legales, puede tener consecuencias desastrosas para la mujer e introduce de forma legal la prostitución por la puerta de atrás en los llamados matrimonios zawag al-‘urfi, practicados en periodo estival con visitantes extranjeros en Egipto.
¿Por qué habría de casarse un hombre?
En este artículo no se han abordado cuestiones que tienen que ver con las presiones que sufren las mujeres en contextos islámicos por parte de sus tutores y su entorno social al objeto de obtener su consentimiento para casarse con una persona que no hayan elegido ellas. Eso es harina de otro costal.
Pero fíjense qué aconsejó Mohamed a los hombres según el hadiz de Sahih Al-Bujari 1835
“. Abu-Huraira relató que el Profeta (B y P) dijo: Uno se casa con una mujer por (una de) cuatro (cosas): Por su fortuna, por su prestigio, por su belleza y por su religión. Elige a la de religión que si no lo haces serás un perdedor.“ Los paréntesis señalan un añadido que no se encuentra en el original. B y P significa bendiciones y paz que se emplea cada vez que se menta a Mohamed.
Por tanto, fortuna y belleza son dos requisitos fundamentales además de la religiosidad de la mujer. ¿Qué les depara el destino a las pobres y feas? Nótese que no se encuentran relatos de este tipo desde la perspectiva de la mujer. Sie el hombre es feo, toca acatar la decisión que tomaron otros.
En el capítulo de las sanciones, los que cometan adulterio están sujetos una restricción para contraer un nuevo matrimonio (24:3). Se podría pensar que casarse con una cristiana es una especie de castigo. Las asociadas son cristianas trinitarias.
24:3. El fornicador no podrá casarse más que con una fornicadora o con una asociadora. La fornicadora no podrá casarse más que con un fornicador o con un asociador. Eso les está prohibido a los creyentes. (asociadora=cristiana trinitaria)
Siempre que hablen con un apologeta del islam, pregúntenle la fuente en la que se basa para hacer las aseveraciones que hace. Así podrá usted comprobar la veracidad de lo que afirma en la abundante literatura de libre acceso en internet. Además, hay innumerables vídeos de sheikhs que explican estas cuestiones. Desconfíe de los que evaden las preguntas y se van por los Cerros de Úbeda.
¿Prostitución con la venia divina?
La azora 4.24 es controvertida y ha sido objeto de intensos debates en el islam. Algunos entienden que legitima la prostitución al autorizar la entrega a la mujer de dinero a cambio del disfrute sexual y otras corrientes entienden que es el origen de los matrimonios temporales practicados a día de hoy tanto en las sectas sunitas como en las sectas chiítas. Recordemos que la palabra nikah significa coito y matrimonio.
- 4:24 (Os está también prohibido casaros) con mujeres desposadas (por Ley), salvo que sean vuestras cautivas (que no estén acompañadas de sus maridos). Estas (restricciones legales) son preceptos de Dios que se deben seguir. (Salvo las prohibiciones mencionadas), os es lícito casaros, satisfaciendo el regalo nupcial con las mujeres que queráis, pero siempre con el ánimo de buscar la decencia, no la obscenidad. Abonad el regalo nupcial convenido a las esposas con quienes hayáis tenido el placer de consumar el matrimonio, porque es un deber a cumplir, a menos que ellas hagan algunas concesiones voluntarias. Dios sabe todo (cuanto hacéis) y es juicioso.
La exégesis de Al Jalalayin de la azora 4:24 viene a confirmar este hecho.
- Lícito es que busquéis mujeres, gastando de vuestros bienes, a título de dote o de precio, en matrimonio y no fornicando ilícitamente. A las esposas de las que disfrutéis, y han tenido relaciones sexuales dadles su salario, las dotes que les hayais asignado, como una obligación; No actuáis de forma errónea al convenir de mutuo acuerdo, ustedes y ellas, después de que la obligación se renuncia, disminuye o aumenta.
Ahora bien, la azora 4:28 no deja lugar a duda porque se refiere a que la carne del hombre es débil.
- 4:28 Dios procura menguar vuestras incumbencias sabiendo que el hombre es débil por naturaleza.
También para el más allá, Alá ha dispuesto que habrá esposas purificadas en el paraíso para los hombres creyentes. La actividad sexual es el eje central del islam en esta vida y en el más allá.