Germán Gorraiz | ¿Necesitan EEUU y la OTAN desencadenar urgentemente la III Guerra Mundial?

El padre de la Constitución argentina, Juan Bautista Alberdi, en su obra «El Crimen de la Guerra» (1870), afirma: «No puede haber guerra justa, porque no hay guerra juiciosa. La guerra es la pérdida temporal del juicio«.

Sin embargo, el eje anglo-judío estaría preparando un triple escenario bélico que abarcaría prácticamente la totalidad de la cartografía terrestre y que se desencadenaría de modo simultáneo en el 2024, quedando América Latina como islote en un océano borrascoso, con el objetivo confeso de recuperar la Unipolaridad en el tablero geopolítico global y el papel de EEUU como gendarme mundial siguiendo la Doctrina Brzezinski.

Zbigniew Brzezinski, en su libro «Entre dos edades: El papel de Estados Unidos en la era tecnotrónica» (1.971), indica que «ha llegado la era de reequilibrar el poder mundial, poder que debe pasar a manos de un nuevo orden político global basado en un vínculo económico trilateral entre Japón, Europa y Estados Unidos«. Dicha doctrina implicaría el sometimiento de Rusia y China e incluiría la posibilidad de un ataque nuclear preventivo por parte de EEUU utilizando misiles Trident II contra objetivos vitales rusos y chinos en el supuesto de declararse la Tercera Guerra Mundial.

Así, el candidato republicano Donald Trump , aseguró en sus redes que «nunca hemos estado tan cerca de la III Guerra Mundial» y que debe haber un «compromiso total para desmantelar el grupo de poder neoconservador globalista responsable de arrastrar al mundo a guerras interminables«. Asimismo, en un discurso pronunciado en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), el futurible candidato republicano afirmó : «Soy el único candidato que puede hacer esta promesa: evitaré la Tercera Guerra Mundial«, al tiempo que denunció la «excesiva cantidad de armamento que circula actualmente en el mundo«.

La posible victoria de Trump en las Presidenciales de Noviembre de 2024, sería pues un misil en la línea de flotación de los intereses geopolíticos del conocido como «Club de las Islas» con activos cercanos a los 10 trillones € y cuya cabeza visible sería el financiero y experto diseñador de «revoluciones de colores» George Soros, por lo que los globalistas acelerarán sus preparativos para desencadenar la III Guerra Mundial antes de las Elecciones Presidenciales de Noviembre.

OTAN vs. RUSIA

El conflicto ucraniano habría significado el retorno a la Guerra Fría entre Rusia y EEUU y el retorno a la Doctrina de la Contención, cuyas bases fueron expuestas por George F. Kennan en su ensayo «Las fuentes del comportamiento soviético», publicado en la revista Foreign Affairs en 1947 y cuyas ideas principales se resumen en la cita «el poder soviético es impermeable a la lógica de la razón pero muy sensible a la lógica de la fuerza«.

En este contexto se incluiría la entrada de Finlandia y Suecia en las estructuras militares de la OTAN y el incremento de fuerzas militares con 4 nuevos batallones desplegados en la frontera europea con Rusia y la réplica por parte rusa con la instalación en Bielorrusia de misiles Iskander-M dotados de ojivas polivalentes así como misiles antiaéreos S-40 siguiendo la dinámica de la Guerra Fría (acción-reacción). Por su parte, Rusia habría instalado en Kaliningrado los misiles Iskander M dotados de ojivas polivalentes así como misiles antiaéreos S-400 y en el supuesto de cerrar la OTAN la salida del enclave soviético de Kaliningrado al Mar Báltico, podría reeditarse la Crisis de los Misiles Kennedy-Jruschev (octubre, 1.962) que tendría como epicentro Kaliningrado.

Sin embargo, la pérdida del control del congreso por los demócratas tras las elecciones intermedias de noviembre, supuso la paralización de la ayuda armamentistica a Ucrania siguiendo las instrucciones de Trump  amén de una creciente ola de desafección política respecto de Zelensky que abarcaría todo el espectro político estadounidense. De lo anterior, se deduce que una victoria republicana en Noviembre del 2024 representaría el ocaso de la estrategia atlantista de Biden y Soros empecinados en defenestrar a Putin del poder, la firma de un acuerdo de Paz en Ucrania y el retorno a la Doctrina de la Coexistencia Pacífica con Rusia. Ello supondría la entronización del G-3 (EEUU, Rusia y China) como «primus inter pares» en la gobernanza mundial y al estar EEUU inmerso en la campaña electoral para las Presidenciales de Noviembre, Francia, Polonia y Reino Unido serían el tridente elegido por los globalistas para implosionar el frente ucraniano y provocar la entrada de la OTAN en un conflicto abierto con la Rusia de un Putin reelegido hasta el 2030.

EEUU vs. OCS

La Doctrina Kissinger abogaba por la implementación del G-2 (EEUU y China) como árbitros mundiales. Así, en un artículo publicado por el New York Times, titulado «La ocasión para un nuevo orden mundial», Kissinger considera ya a China una gran potencia (felow superpower), desaconseja el proteccionismo o tratar a China como enemigo (lo que llegaría a convertirla en verdadero enemigo). Asimismo, pide que se eleven a un nuevo nivel las relaciones entre Estados Unidos y China sobre la base del concepto de destino común, ( siguiendo el modelo de la relación trasatlántica tras la segunda guerra mundial), con lo que asistiríamos a la entronización de la Ruta Pacífica (América-Asia) como primer eje comercial mundial en detrimento de la Ruta atlántica (América- Europa).

Sin embargo, el objetivo inequívoco del Pentágono sería la confrontación con la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), fundada en 2001 por los Cinco de Shanghai (China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán, Tajikistán) a los que se agregaron posteriormente Uzbekistán, India, Pakistán e Irán y sería junto con los países del ALBA el núcleo duro de la resistencia a la hegemonía mundial de Estados Unidos y Gran Bretaña.Dicha organización se habría visto fortalecida tras la visita a Moscú del ministro de Defensa chino, Li Shangfu en la que calificó de «estratégicas las relaciones militares ruso- chinas» al tiempo que recalcó «la necesidad de una estrategia de seguridad alternativa a la OTAN«, simbolizada en la OCS.

China es plenamente consciente de que el acuerdo estratégico entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos, conocido como AUKUS, simboliza un cambio en la cartografía geopolítica mundial al desplazar al escenario atlántico por el indo pacífico como epicentro del pulso geopolítico entre EEUU y China. Así, el objetivo de EEUU sería establecer una arco de crisis nuclear alrededor de China que abarcaría desde la Cachemira india hasta Japón, pasando por Corea del Sur y Filipinas y cerrando el arco con Nueva Zelanda y Australia para disuadir a China de su aventura de dominar el Mar de China. Así, no seria descartable un ataque nuclear preventivo de EEUU utilizando misiles Trident II contra objetivos vitales chinos en caso de intento chino de ocupar Taiwan, para lo que el Pentágono recurrirá a un atentado de falsa bandera contra la armada estadounidense desplegada en las islas cercanas a Taiwan, rememorando la explosión del acorazado Maine en Cuba en 1898.

Israel vs. Irán

Al cabo de seis meses de la invasión de Gaza, se habría incrementado la desafección de la sociedad israelí respecto a Netanyahu debido a su nefasta gestión de la crisis con Hamas y a su nulo interés por rescatar con vida a los rehenes judíos y según la media de las últimas encuestas electorales el Likud de Netanyahu seria apeado del Poder en caso de celebrarse nuevas Elecciones como demanda el nuevo hombre fuerte de la política israelí, Benny Gantz.

Sin embargo, la tensa llamada telefónica mantenida entre Biden y Netanyahu habría sentado las bases de un acuerdo que beneficiaría a ambos dirigentes, consistente en la retirada total del Ejército israelí de una Gaza que quedará como zona desmilitarizada bajo el control de los cascos azules de la ONU, con lo que Líbano e Irán estarían ahora en la diana de Israel y del Pentágono quienes procederán a su desestabilización por métodos expeditivos. Ello sería la tabla de salvación para Netanyahu, pues lograría esquivar los juicios pendientes y la posible acusación de crímenes de lesa humanidad contra la población gazatí al tiempo que permitiría a Biden remontar en los sondeos electorales.

Tras la aprobación por el Congreso y Senado de EE.UU. de una declaración preparada por Lindsey Graham y Robert Menéndez que señala con rotundidad que «si Israel se ve obligado a defenderse y emprender una acción (contra Irán), EEUU estará a su lado para apoyarlo de forma militar y diplomáticamente», estaríamos asistiendo al aumento de la presión del lobby pro-israelí de EE.UU. (AIPAC) para proceder a la desestabilización de Irán por métodos expeditivos.Así, Israel considera a Irán «el mayor exportador de terror y de violación de los Derechos Humanos en el mundo al tiempo que sigue enriqueciendo uranio y se acerca peligrosamente a la obtención de una bomba nuclear».

En este contexto, se encuadra el reciente ataque israelí al consulado iraní en Damasco que habría provocado según la agencia siria SANA la muerte de tres altos comandantes de la Guardia Revolucionaría Iraní, entre los que se encontraría el General de Brigada Mohamed Reda al Zahedi aunado con los últimos atentados en el Líbano contra dirigentes de Hamas, que serían el cebo israelí para provocar la entrada en conflicto de un Irán que de momento se ha limitado a atacar infraestructuras israelíes sin víctimas mortales.

Según el acuerdo secreto alcanzado entre Biden y Netanyahu , la CIA y el Mossad israelí prepararían atentados de falsa bandera similares en el Golfo Pérsico y tras atribuir su autoría a los iraníes , declarar el Congreso estadounidense el Estado de Guerra. Este proceso es conocido como «autorización estatutaria» y es un requisito imprescindible para que el Presidente Biden pueda aplicar la Ley de Poderes de Guerra de 1973 que le faculta para enviar tropas al extranjero.

Así, aprovechando que Rusia está ocupada con Ucrania, China rodeada por el arco de crisis nuclear del AUKUS para proteger a Taiwán y que las reservas estratégica de EEUU están en máximo, el Pentágono aprovechará la contrarréplica israelí al ataque iraní que ya se habria prodicido para iniciar una nueva Guerra en Oriente Medio con el doble objetivo de secar las fuentes energéticas de China y configurar la cartografía del Nuevo Gran Oriente.