Germán Gorraiz | Manos Limpias, sicofante tardofranquista
Según Wikipedia.org, en la Antigua Atenas un sicofante o sicofanta era un denunciante profesional que cobraba del interesado por presentar la denuncia en su lugar. Eran conocidos y temidos por las personas honradas que siempre podían verse envueltas en una denuncia falsa y a pesar de las fuertes multas que recaían sobre los falsos delatores, los sicofantes llevaban a menudo carreras bastante lucrativas.
Fueron temidos y se convirtieron en una plaga y Demóstenes los clasificó como «los perros del pueblo» mientras Plutarco escribió que «es tan difícil encontrar una democracia sin aduladores, como un carajo sin penacho«.
Por extensión, el término sicofante designa a un «individuo despreciable, que busca obtener una posición o estatus personal mediante adulación hacia otras personas que comúnmente disponen ya de ciertas influencias y estatus social o tribal«.
En el escenario político español del siglo XXI habría descollado el seudo sindicato Manos Limpias en su papel de sicofante o denunciador, devenido en mero testaferro judicial de personas físicas o jurídicas que desean presentar una denuncia contra un tercero pero permanecen en el anonimato.
Manos Limpias fue fundada en el 1995 por Miguel Bernad, abogado y ex político del partido Frente Nacional y se define como «un sindicato anticorrupción y contrario a los nacionalismos separatistas» pero no presentaría cuentas ni celebraría las asambleas que le obligan sus estatutos y tampoco contaría con representación en ningún centro de trabajo.
Tras conseguir en el 2010 sentar en el banquillo a la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin en el caso Nóos, en el 2014 Bernad y el presidente de Ausbanc, Pineda fueron condenados a cuatro y nueve años respectivamente por extorsión y estafa tras ser acusados de «interponer querellas contra empresas e instituciones y exigirles luego una gran cantidad de dinero a cambio de retirarlas«.Sin embargo, en una impresionante cabriola jurídica, el mes pasado la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo les absolvió al considerar que «las presiones que efectivamente empleaban en sus negociaciones, no se alcanzan para colmar el concepto de intimidación«(sic).
Tras quedar en libertad, Bernard y Manos Limpias renacieron de sus cenizas y habrían captado el interés mediático al presentar una querella contra la mujer de Sánchez por » presunto tráfico de influencias» que sorpresivamente, el juez Peinado habría admitido a trámite sin pruebas aportadas y basándose tan sólo en recortes de noticias de web digitales.
A pesar de que dicha querella no tendrá recorrido jurídico, se habría conseguido el objetivo pretendido por el anónimo pagador y que sospechosamente coincidiría con la ofensiva mediática y parlamentaria del PP y Vox contra el Presidente Sánchez.
Así, «la honradez de la mujer del César habría quedado en entredicho«, no siendo descartable el inicio de la aventura europea de Sánchez con la vista puesta en conseguir la Presidencia del Consejo de Europa.Sin embargo, la ausencia de Pedro Sánchez dejaría a la sui géneris democracia española oscilando peligrosamente en sus valores y podría desembocar tras el adelanto de Elecciones en la implementación en una democracia no liberal tras conformar Gobierno el PP y Vox.