Don Mitxel | Medidas complementarias
Pues lo de las medidas complementarias se que queda muy cursi, pero qué quieren que les diga, ya ha dado comienzo mi carrera para lehendakari de España -¡Pedro dimisión!-, y tengo que estar a la altura.
Que resulta que ayer a la noche me disponía yo a ver el partido de la Real en la que es mi oficina donde sirven vermús, cañas, etc, y empezó allí a entrar una muchedumbre que se explica por lo de los precios populares, por los bokatas que están buenísimos y porque Anoeta está cerrada al público, que se ha decidido que es mejor contagiarse allá en el bar, con todos amontonados y celebrando las increíbles jugadas de los txuri-urdin lanzando las mascarillas al aire.
Yo creo que esto era bastante previsible, que si la gente no va al estadio pues va al bar a ver al mejor equipo del mundo, a no ser que pongas por la tele el fútbol en abierto mientras dure la pandemia. Claro, esto va a perjudicar a los que convierten el fútbol en el gran negocio televisivo que es. Cachís la mar -sigo pijo presidenciable-, nunca llueve el dinero a gusto de todos.
Y resulta que también propone el PSOE acabar con el dinero en metálico -para uds. los pobres, para nosotros los pudientes con el dinero en papel violeta-, para que todo sea dinero plástico, vamos a ver, que va ud. al chino del barrio a comprar un molde de aluminio para hacer un brownie o el bizcocho del yogur y paga el euro veinte con la tarjeta de crédito.
A mí en principio esto me parece bien, porque cuando pagas con tarjeta pues no ves lo que gastas hasta que llega el momento del desahucio, pero oigan, que nos quiten lo bailao.
Sin embargo, ello no quita para que pudiérase articular otra medida complementaria -ya estoy eligiendo cortinas para Moncloa, dios mío- , y por eso he pensado que este proyecto de pagar con tarjeta hasta el zurito tendría que implementarse -jo, lo de implementarse ya es de presidente, no me lo nieguen- con algún tipo de resolución que trate de paliar el dispendio que le supondrá al chino o al barero eso de cobrar plásticamente, porque resulta que el banco se lleva una comisión, y no se si aquí estamos a ayudar a la gente y al pequeño comercio o ayudar a doña Ana Botín.
Y les conste que nada tengo en contra de doña Ana Botín, pero tampoco me insistan en la relación de años que tengo con ella porque yo soy un caballero y nada les contaré, lo que no quita para que hablemos claro y pensemos diáfano: cuando se toma una medida es como cuando se toma una pastilla, que a veces hay efectos secundarios que pueden ser incluso mortales.
Por lo demás, pues decirles que muy bien mi Real, más de tres meses imbatida, y un abrazo para mis hermanos bilbaínos, que debe ser duro eso de más de un trimestre sin ganar un partido.
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