DonMitxel | La sinrazón de España
Demasiado a menudo en España el problema consiste en que nadie tiene la razón, porque por un lado tenemos a esa extrema derecha cobarde que no se atreve a dar un golpe de Estado porque ellos lo que quieren es que la sangre la pongan otros, y por otro lado tenemos a una izquierda representada por personajillos tan poco recomendables como Irene Montero, de la cual algún día habrá que hacer un folletín televisivo, porque da para eso y bastante más y hasta aquí puedo leer.
Una cosa es que como Spain is different y su extrema derecha también, aquí los chinos ya no son culpables del virus, sino que lo son las mujeres, y otra cosa es negar que las manifestaciones del 8 de marzo tendrían que haberse sustituido por otro tipo de movidas reivindicativas o sencillamente haberse suspendido. Esto lo ve hasta su vecino desideologizado al que ud. considera tonto del culo, pero no lo es tanto, de hecho, su vecino cuñado piensa que no solo no debieron haberse celebrado aquellas manifestaciones, sino tampoco corridas de toros, ni competiciones deportivas, ni akelarres de Vox con lo más hijo de su madre recién llegado de Italia.
Esto lo ve cualquiera a la que las siglas del partidismo no le hayan sacado los ojos. Hay datos muy claros de que la gente común reaccionó antes que nuestras autoridades: desde unos evangelistas que deciden suspender su congreso hasta el bar del que soy asiduo y que cuando se decretó el confinamiento ya llevaba cinco días cerrado, lo cual quiere decir o que mi barero tenía mejor información que mi gobierno, o que mi barero es bastante más responsable que mis gobernantes.
Y esto es lo que reconoce Irene Montero en el off the record conocido ayer, porque Irene y Pablo, el matrimonio gubernamental, no callan ni debajo del agua de la piscina. Pues sí, ya nos imaginábamos que muchas mujeres decidieron no acudir a las movilizaciones del 8 de marzo por temor a lo que ya era una pandemia, aunque la OMS no cortase oficialmente la cinta hasta una semana después. Por ejemplo, las de mi casa.
Así que propongo hacer a mis mujeres ministras y librarnos de esta gentecilla que está dando de comer a la ultraderecha para luego pedir el voto porque, ¡cuidado que viene la ultraderecha!
Ah, no descarten lo de la serie televisiva, eso sí, no será en horario infantil.
Si desea leer más artículos de Don Mitxel, pinche AQUÍ
Si desea leer los toots de Don Mitxel, pinche AQUÍ