Don Mitxel | Economía de borrachos
Es curioso lo que ha hecho el virus en mí, toda una vida de anarquista y ahora a partir un piñón con cualquier gobierno, sea el central, el autonómico o el municipal, que todos ellos me insisten para que vaya al bar para recuperar la normalidad, no se si en la nueva suprimirán los controles de alcoholemia, pero ahí lo dejo.
Y es que andamos todos muy preocupados por el sector hostelero, nos estamos jugando la paella y la sangría, es decir, la patria, así que no nos queda otra que suplicar a los franceses que vengan a emborracharse, pero tenemos a Macron enfadidísimo con nosotros y ha pedido a sus paisanos que ni caso, que se queden en el hexágono, que aquí se toman medidas muy contradictorias, menudo cabrón, ¿y Napoleón qué?
Esto es todo lo que aprendemos de las crisis, nos pasó con la del ladrillo, pero aquí seguimos, sin una economía alternativa, sin plan B, dependiendo de todos los borrachos de Europa.
Quien no sé si andaba muy sobria ayer es doña Begoña Villacís, a la desazón vicealcaldesa de Madrid, que se puso a cortar una cinta en medio de una nube de fotógrafos para… ¡inaugurar la vuelta de las terrazas!
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