Don Mitxel | Trump, Johnson, Urkullu
La misma OMS que pronosticaba un máximo de cien mil muertos por coronavirus en todo el mundo -van 300.000- , nos decía ayer que el covid19 podría quedarse para siempre. A estas alturas parece claro que a ese organismo acceden los señores que se quedan sin sillón en la RAE o los que han sucumbido a las políticas de los Trump, Johnson y Urkullu de siempre, los de la selección natural darwinista de la especie con su toque capitalista, que mueran los que tengan que morir y el resto a seguir destruyendo el planeta.
Efectivamente, en ese caldo pesimista que ahora avala la OMS es donde se reproducen los discursos ultras de Donald Trump, Boris Johnson o Iñigo Urkullu, empeñados en continuar adelante como si aquí no estuviera pasando nada, como si todo esto no se estuviera pagando en vidas humanas, como si desde gobiernos e instituciones nada se pudiera hacer.
Más preocupado por las elecciones de julio que por cualquier otra cuestión, Urkullu se sigue riendo de nosotros, cambia de opinión cada cuarto de hora y nos obsequia con ese Mortadelo que tiene de portavoz y que se permite hablar de criterios científicos tanto para decidir una cosa, como para decidir la contraria. Ni el mismísimo profesor Bacterio resultaba tan chistoso.
Y mientras Mortadelo Erkoreka habla de criterios científicos, Urkullu dice que hay que hacer las cosas con rigor, con rigor mortis supongo, solo hace falta ver lo que entiende ese señor por rigor echando un vistazo a las decisiones que toma y seguidamente rectifica en torno a la vuelta al cole.
La situación va más allá de lo vergonzoso, no dice en qué fecha se celebrarán las elecciones en julio, ni a nosotros ni a la oposición, pero nos anuncia que habrá dos fechas, por si a la primera no se puede, intentarlo a la segunda…. ¿tenemos que creernos que manejará criterios científicos antes que encuestas electorales? ¿qué garantías, no ya sanitarias, sino democráticas nos ofrecen estas elecciones?
Pues yo les digo que frente a estos mandatarios ultras que aprovechan que el Potomac pasa por Washington, el Támesis por Londres y el Zadorra por Gasteiz, y frente a su discurso catastrofista de esto no tiene remedio sigamos adelante, hay que seguir cuidándose y cuidando a los demás, la vacuna llegará, así que cuantos menos muertos, mejor, y ya tendremos tiempo de ajustarle las cuentas a los Trump, Johnson y Urkullus, con que ni se le ocurra a ud. coger esa papeleta contaminada del PNV, porque la enfermedad que contagia, esa sí que no tiene vacuna.
No se si se me ha notado que estoy hasta los buebos de esta gentecilla.
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