Don Mitxel | La madre de Alex
Conocí a Alex una tarde que se acercó a mi casa con un par de amigas comunes. A quien nunca conocí ni ya conoceré es a su madre, fallecida por coronavirus con solo 62 años.
La madre de Alex trabajaba cuidando ancianos, a los que dedicaba su vida y todo su cariño por apenas 900 euros mensuales, en los que se incluían festivos, noches, etc.
La madre de Alex figurará como una de las heroínas que materialmente han dado su vida por nosotros durante la pandemia. Cuando llegue el día en que ni nos creamos lo que hemos pasado y lo veamos como una pesadilla, tendremos que mirar a todas las madres de todos los Alex que han perdido aquí la vida mientras nos cuidaban para saber que todo fue cierto, que de verdad ocurrió, porque nuestros muertos lo atestiguarán con dolor.
Pero yo no quiero que la madre de Alex pase a la historia como una heroína, porque al fin y al cabo convertir a alguien en héroe o villano desvirtualiza la humanidad que se escondía tras la madre de Alex y tantas otras víctimas. Porque resultará curioso que las autoridades nos digan que la madre de Alex es una heroína mientras articulan ayudas para el turismo, la hostelería y no se qué más, olvidando de nuevo a quienes nos han cuidado y protegido.
Y en vez de responder a las zarandajas de la ultraderecha, nuestros gobernantes tendrán que explicarle a Alex cómo fue posible recuperar la producción e ir al trabajo, mientras a él le impedían viajar de Madrid a Valencia para sostener por última vez la mano de su madre.
Aquí les dejo el hilo escrito en twitter por el propio Alex, dadle de mi parte el más cálido de los abrazos, que el confinamiento no nos imponga metro y medio entre nosotros en las distancias del corazón.
Hoy hace dos semanas que murió mi madre. Coronavirus. Tenía 62 años y era auxiliar de enfermería en un residencia. Me ha costado mucho escribir esto públicamente, pero creo que hay algunas cosas que a ella le hubiera gustado que se expusieran:
— Álex R. (@wearealloregano) April 26, 2020
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