Se está corriendo la voz de que es una tal Alexia la que pasa por detrás y en pelota picada en el video de ese simpático periodistas ultra que es Alfonso Merlo, en ese momento todavía novio de la petarda pepera de Marta López. Pues vale, será Alexia, pero a mí el susto no me lo quita nadie, que en un primer momento pensé que era Iñigo Urkullu, porque lo suyo es un no parar.
Pues que ahora nos quiere convocar a elecciones -dice-, que así lo recomiendan los sondeos electorales -digo-, pues ya me contarán, con una oposición confinada y con él como único interlocutor que pide cuentas a Pedro y se olvida de darlas a su Parlamento, lo de votar allá por julio puede ser una gran idea para el PNV, siempre que queden viejos vivos en las residencias para llevar de la manita a la urna.
Ah, y que nadie critique a los jeltzales -de JEL, los del Quiero ir a misa- , que te dice Egibar que somos los del cuanto peor, mejor, oigan, sí, sí, el mismímo Egibar, la joven promesa del PNV que debe tener una ventosa en el culo porque lleva pegado al escaño desde 1990 y ahí sigue a por otra legislatura, que lo mismo le da Ardanza, que Ibarretxe, que Urkullu, que Pepe Stalin.
Podemos Ahal Dugu está desaparecido con su nueva lideresa, los socialistas amenazados y en silencio, que dice el PNV que abandona a Pedro… Los únicos que han dicho algo son las huestes de Otegi y el propio Arnaldo, cosas tan de cuanto peor, mejor, que fueron los primeros en recomendarle suspender las elecciones previstas para este mes, que el lehendakari no quería, oigan, todo controlado, ahí estamos, mil y pico muertos y Joaquín y Alberto todavía enterrados en un vertedero, pero no critiques, que eres de los de cuanto peor, mejor.
Mire, me aburen las broncas políticas, llevo fatal la tormentosa relación entre el PNV y la izquierda abertzale por ver quien la tiene más grande, pero qué quieren que les diga, sé también cuando alguien me está defendiendo a mí y no a los emprendedores vascos de la patronal.
Y conmigo otra mucha gente que no se presenta a las elecciones, que son los que se quejan porque están trabajando sin protección con enfermos, en hospitales o residencias de ancianos, o los trabajadores de la gran industria, lo que queda de aquellos imperios forjados a la sombra de franquismo. que denuncian las condiciones de inseguridad en las que curran a través de sus sindicatos, sí, señor Urkullu, en democracia existen los sindicatos y ud no ha tenido suerte, le han tocado los vascos. Consuélese, yo tampoco he tenido suerte, me ha tocado la patronal vasca de este lado de los Pirineos.
A lo mejor es que todos menos la dirigencia del PNV somos del cuanto peor, mejor, pero creo que la ley mordaza asiste al poder si quieres grabar un video de unos policías abusando de un minusválido y su anciana madre, pero no si criticas lo que se está haciendo mal, rematadamente mal, porque malas son las prisas y en este caso, mortales.
No se si el virus volverá en setiembre como dice el lehendakari, lo que tengo claro es que entre Urkullu y yo se ha roto algo para siempre, esa casquetas porque todo dios vaya a currar, porque los niños salgan, porque se pueda hacer deporte, porque abran comercios innecesarios para que salgamos a comprar cosas que no necesitamos en pleno confinamiento, y ahora porque vayamos a votar, no son de recibo, no están a la altura de la dignidad que se ostenta, la de lehendakari. Mucho menos a la altura de la tragedia que estamos viviendo.
Pues no será Urkullu quien me engaña con el tontolhaba del Merlo, pero repito que entre él y yo ya nada volverá a ser lo mismo.
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