La pandemia ya ha entrado en un momento dulce en el que incluso encuentras txikiteros que son capaces de recitar de memoria los nombres de sus dos hijos, que confinado también se aprenden cosas.
El caso es que yo pensaba que para estas alturas del encierro no me quedarían pikotazos que dar, pero hete aquí que se me acumulan, y cuando todavía no le he hincado el diente al procés en tiempos de coronavirus, vienen los obispos pidiendo al unísono que me ocupe de ellos.
Ya saben uds. que hay un cura por Murcia hecho una furia contra el gobierno que nos esconde los muertos, y otro cura por no sé dónde afirmando que esto es un castigo del cielo por haber practicado el sexo anal y otras cosas que destruyen la familia.
Pues ahora han sido sus eminencias los obispos quienes a través de su portavoz, don Luis Argüello Sáltale al Cuello, ha dicho que lo del ingreso vital no lo ve, pero que está dispuesto a dar el nihil obstat eclesiástico si solo se ayuda a las familias en situación de necesidad mientras dure la crisis sanitaria, pero no más allá, que la gente se acostumbra a comer y la gula es pecado capital, mucho mejor la angula de nuestros prelados. Queda claro que los obispos españoles son a la caridad cristiana lo que Adolf Hitler a la paz entre las naciones, yo ahora mismo dudo si el Papa Francisco debe excomulgarlos o, por el contrario, darles de comulgar en todo el morro.
En todo caso quiero denunciar que la medicina lleva siglos de retraso, los mismos siglos de retraso que estuvo perseguida por estos botarates rezadores de ridículas vestimentas, que si tuvieran un poco de vergüenza harían mutis por el foro en vez de decir paridas por el morro.
Cuanta razón, gracias por soltarla.