Don Mitxel | El lado oscuro del PNV
El lehendakari se sale con la suya y seguiremos muriendo al ritmo que haga falta para que la producción no se pare.
La amenaza había sido tan clara como eficiente se ha demostrado: o el gobierno central que tanto nos oprime suaviza el decreto en la Comunidad Autónoma Vasca, o se pasan al lado oscuro junto al Vox que pide abiertamente golpes de Estado sin que a nadie le dé por confinar 20 años y un día al pelele de Abascal.
Ya sabíamos de las veleidades del PNV aquella larga noche del 18 de julio en que no tenían claro con qué parte de España había que pelear. Ya sabíamos que la industria de Bizkaia la dejaron intacta porque nuestros emprendedores, al día siguiente de la guerra, tendrían que seguir haciendo negocios y dialogando con los socios de Hitler, mientras los jeltzales cuidaban, eso sí, de que no se nos olvidara tocar el txistu.
Yo ahora mismo no reconozco más lehendakari que a don Denis Itxaso, a la sazón delegado del opresor gobierno español en la CAPV, única voz socialista vasca que ha dejado claro que la vida de los vascos está por encima de la economía vasca. Doña Idoia Mendía y compañía que sigan callando como si con ellos no fuera el empeño del gobierno autónomo en que seamos sacrificados en el altar que nos ha preparado el sumo sacerdote de Confebask, don Eduardo Zubiaurre. Pero sepan que no se puede estar con Pedro y con el diablo a la vez.
Sí, señor Urkullu, habrá un día después del coronavirus, y con él vendrán también las aplazadas elecciones. Quiero ver a los suyos acudiendo a las residencias de ancianos para sacar a los que queden vivos papeleta en la mano camino de las urnas.
Aquí van a pintar bastos.
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