Fantomastxiki | Cesta de peces
«El flamante gramófono desgranaba Ariodante. El notario, de paso en la ciudad, lo silenció. Haendel era barro respecto a lo que refulgía en la calle. Abrió la ventana. Salitre y luz. La pescadera, cesta de peces en la cabeza, cantaba un aria excelsa».
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