Catalina de Erauso | Entrevista a Agustín Otxotorena
Agustín Otxotorena es un empresario vasco que se autodefine como bildutarra y chavista y vive a caballo entre Euskal Herria y Venezuela desde hace muchos años. Como Venezuela ha ocupado las portadas de los periódicos, curiosamente siempre poco antes de las elecciones y los candidatos de ciertos partidos han reprochado a partidos de izquierdas que querían una España chavista, quién mejor que alguien que viva en Venezuela desde hace muchos años para contarnos cómo está la situación a día de hoy. Y decir chavista era sinónimo de pobre, con hambrunas, sin educación, con cartillas de racionamiento. Hace pocas semanas, Abascal ha dicho que con el pacto de Pablo Iglesias y Pedro Sánchez nos van a llevar a la Venezuela chavista.
Las informaciones que nos llegan de Venezuela son casi siempre negativas, tal vez porque tanto políticos como periodistas se refieren a Venezuela siempre que se habla de pobreza y e injusticias. Para hacernos una idea global de cómo es la vida en Venezuela, hemos preguntado a Agustín Otxotorena sobre el precio de la cesta de la compra, servicios como electricidad, la vivienda y los sueldos. Antes de entrar en el tema, Otxotorena afirma que los precios que da hoy pueden ser obsoletos dentro de tres meses porque, históricamente, Venezuela ha tenido una inflación compuesta del 30% en todo el siglo XX. Destaca que en los momentos actuales la inflación es mucho mayor. De hecho, el cambio estaba hace dos semanas a 25.000 bolívares el dólar y ha cambiado a 45.000 ahora. Pero, como la gente vive en dólares, los vaivenes del bolívar no les afectan tanto a su vida cotidiana como hace dos años cuando la situación era más grave al haber una falta de billetes. Hoy día existe la opción del pago electrónico a través del teléfono móvil y la falta de dinero impreso ya no es tan grave. Además, señala que Venezuela es un país bimonetario porque está permitido pagar desde hace algunos años en bolívares euros o en dólares USA al no ser el bolívar moneda internacional. Casi todo se puede pagar en dólares y el mecánico o el fontanero cobran en esa moneda. Por este motivo y para que resulte más cómodo comparar precios, el valor de la cesta de la compra y los servicios se darán en dólares.
Recordemos que Hugo Chávez gobernó desde 1999 hasta 2013. Agustín Otxotorena nos ha contado que antes de la llegada de Chávez al poder, había miles de niños abandonados que se organizaban en bandas y “trabajaban” en los semáforos. Asaltaban a la gente, dormían en las aceras y malvivían drogándose con pegamento. ¿Pero cómo está la situación a día de hoy? Otxotorena nos informará sobre lo que cuesta la cesta de la compra y cómo está el nivel de vida a día de hoy. Además, nos dará datos sobre cómo funciona el mercado laboral en Venezuela.
La cesta de la compra
- ¿Qué cuesta un kilo de carne de ternera, de cerdo y un pollo?
La carne es barata. La carne de entrecot que es una de las carnes más caras cuesta 3 dólares el kilo. La carne de cerdo está entre 2 y 3 dólares kilo y la de pollo a unos tres dólares. Por una cuestión puramente cultural, el embutido es más apreciado en Venezuela que la carne fresca. Y recordemos que el embutido es carne sobrante del despiece con agua. Por lo tanto, las salchichas Frankfurt cuestan unos 10 dólares el kilo. Un mal chorizo está a 20 dólares el kilo. Estos precios son parte de la perversión del sistema y están directamente relacionadas con la demanda, aunque sea carne de peor calidad.
- ¿Qué vale un kilo de pescado fresco? ¿Y una docena de huevos?
Los venezolanos comen poco pescado. Hay mucho pescado en la costa y es de fácil acceso, pero es caro porque no hay un arraigo pesquero como en otros países. Para poner un ejemplo, un pollo engordado, criado, matado, pelado procesado y congelado de Brasil es mucho más barato que algo pescado a 200 metros de la orilla que lo vendes en el mismo pueblo. Lo poco que pescan lo transporta a las islas y lo venden allí. No llega a Caracas. Los huevos se venden por cartones que pueden tener 30 huevos. Medio cartón cuesta 2 dólares a día de hoy.
- ¿A cómo está el litro de leche, un zumo, una botella de vino?
Los venezolanos consumen poca leche fresca. Cuesta como 1 dólar la botella, pero es por una cuestión cultural. Les gusta leche en polvo que es más cara y pagan mucho más por ella. El apego a la leche en polvo viene de que hace 60 años no había cadena de frío. En cuanto a los zumos naturales son muy baratos porque Venezuela produce muchísima fruta, que es una materia prima muy económica. Aunque su precio ha subido estos últimos meses, un zumo natural de fresa cuesta 1 dólar. En cuanto al vino, nunca se ha bebido vino en Venezuela. La moda del vino lo trajo Chávez. Y eso ocurrió por el subidón económico que supusieron los años de gobierno de Chávez. De Rioja se importaron 9 millones de botellas de Reserva y Gran Reserva. El mercado ofertaba todavía mucho más vino de Chile y Argentina. Cuando le va bien, el venezolano de verdad come con whisky y sobre todo marcas escocesas caras de 12 o más años. Y no es broma.
- ¿Y el arroz, las patatas y los fríjoles?
Venezuela es el país de los hidratos de carbono. A los venezolanos les gusta el arroz, la pasta y las patatas en cantidades industriales. Por esas preferencias alimenticias, Venezuela se enfrentó a un problema de obesidad sin precedentes con la bonanza económica del mandato de Hugo Chávez. Cuando sube la economía, lo que a la gente le gusta es el pollo frito y el pabellón criollo que es carne mechada, tajadas –plátano frito-, alubias rojas, arroz que también toman para desayunar. Con la crisis, se ha golpeado a la comida del pueblo. Fue una escasez inducida por los escuálidos lo que provocó que la gente adelgazase. Es la única consecuencia positiva de la crisis porque ha afectado positivamente en la salud pública. Ese tipo de comida es lo que les gusta a ellos.
- ¿Los tomates y otras verduras? ¿Y la fruta?
I kg. Patatas cuesta 1 dólar, los tomates entre 1-2 dólares. Mango y aguacate son frutas muy baratas. Las mandarinas están a medio dólar. La fruta, en general, es barata. La fruta más cara es la manzana.
Otros gastos
- ¿Qué cuestan luz, agua, gas y teléfono?
La luz, agua, gas y gasolina cuesta una cantidad simbólica, es prácticamente gratuita. El teléfono con internet cuesta 400 bolívares (1 dólar son 45000 bolívares) al mes. Luego te cobran medio dólar por cada mega extra. La televisión por cable e Internet en casa se paga una cantidad simbólica también . La Direct TV es de la familia Cisneros y ofrece 400 canales a nivel mundial. Cuesta unos dos dólares al mes. Intercable tiene unos 100 canales y cuesta un dólar al mes.
Algo que sorprenderá a mucha gente que lee esta entrevista es el aire acondicionado. Hasta las chabolas tienen aire acondicionado, por ejemplo, en Chichiriviche, que es una zona de estratos sociales bajos. Como la energía es gratis, solo se necesita comprar el aparato para disfrutar de aire acondicionado. No lo regala el estado. Y el salto del ventilador al aire acondicionado se dio en la era Chávez. Antes de Chávez, todo el mundo tenía un ventilador.
- ¿Qué cuestan los artículos de higiene personal?
El Champú head and schoulders 10 dólares, pero los precios empiezan a bajar porque hay más competencia con otros productos de otras marcas. Se fabrica en Venezuela una amplia gama de artículos de higiene, pero hay muchos productos importados. Este tipo de productos en la guerra económica a la que está sometida Venezuela actúan como fetiches. Tiempo atrás, estaba todo subvencionado. Ahora no lo está, pero no es caro.
- ¿Qué cuestan la ropa y los zapatos?
Hay todo tipo de ropa, desde la ropa barata traída de China a las marcas internacionales de alta gama a precio internacional como Timberland o Gucci etc. Caracas está repleta de tiendas de marcas de lujo exactamente con el mismo surtido que en las de Donosti. Los malls están llenos de esas tiendas con artículos de lujo. Los Zaras son de dimensiones exhorbitantes. Hay que recordar que Zara es marca y no es marca blanca. De H y M, se cuentan muchísimas tiendas. Todo lo que les sobra en Europa y USA, lo traen a Venezuela y lo venden como si fuese de temporada. Aunque parezca extraño, ese género viene con los precios en euros y con las etiquetas originales y se vende tal cual.
En la actualidad, la gente consume más debido a la relativa tranquilidad. Las Navidades pasadas fueron buenas para el comercio y estas serán aún mejores. La clase media alta de Venezuela siempre fue de altos vuelos y lo sigue siendo. Para que se pueda poner en contexto, se ofertaban fiestas de Halloween hace unas semanas por 500 dólares el cubierto. La gente pudiente vuelve a recuperar las fiestas por todo lo alto en sus vidas privadas y los precios son como los precios de París o Londres. Este estrato social es mucho de ir a los eventos y, en los momentos actuales, a no protestar. Para asistir y disfrutar de esas fiestas, consumen muchos productos y servicios de belleza y peluquería porque cuidan su aspecto físico con mucho mimo y detalle.
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