Cataina de Erauso | Twitter refugees WELCOME
La semana de los Santos Inocentes de 2019 fue una semana normal con la picardía habitual de los que se sirven de las redes sociales para el esparcimiento digital. El 28 de diciembre es, sin duda, la fecha en la que unos más que otros dan riendas sueltas a su imaginación porque por derecho consuetudinario por estas fechas se pueden afirmar barbaridades como que Felipe es homosexual o España es una democracia. Todos hacen uso de su libertad de expresión sin pensar que lo que dicen pudiese estar tipificado en el Código Penal. Pero, si los periódicos publican bulos desde hace décadas ese preciso día, ¿quién habría de sancionar al común de los tuiteros por tamaño desliz? Imprimir mentiras es algo que se ha hecho toda la vida. ¿De qué habría vivido Quevedo sino de publicar novelas y obras de teatro? Lo que él contaba en esos escritos era todo mentira. Pero los periódicos, en teoría, publican informaciones. Ahora bien, hay algunos papeles que se denominan periódicos que solo publican bulos e insidias. Lo más natural es que la ciudadanía que quiere ser partícipe de la vida política haya optado masivamente por no leer según qué periódico porque no contienen información alguna. Y es normal que intente informarse por otras vías. Por ejemplo, leyendo escritos que se pasan de click a click por las redes sociales. Además, por ser muchas de las cuentas en redes sociales, hay usuarios la mar de ingeniosos que hacen pasar ratos muy agradables a sus seguidores.
Parece que la Semana de los Santos Inocentes el ingenio reventó y no les gustó a los sabuesos que vigilan la red. Supimos de suspensiones de cuentas como la de Julián (berdadera), Leigorri o Don Mitxel. Cada estilo es distinto, pero les une su protesta incondicional ante lo que consideran injusto, el primero estudiándose libros de historia que sintetiza en varios tuits, la segunda aportando datos de la hemeroteca y el tercero con un humor áspero que hace saltar los fusibles.
Saltaron todas las alarmas cuando los tuiteros supieron de la suspensión de las cuentas. En menos que canta un gallo, se organizó un hashtag tuitero #YoMigroAMastodon que contó más de 9000 tuits en pocas horas. No solo eso, sino que miles de tuiteros inscribieron cuentas en la red social Mastodon ante el temor de la suspensión masiva de cuentas de izquierdas en la red social twitter. Los usuarios de la pequeña red estaban ayer bastante sorprendidos ante el subidón de nuevos perfiles. El día después, hoy, todavía se está registrando gente en la mencionada red y twitter está caído desde primeras horas de la mañana. A media mañana se ha sabido que Oriol Junqueras podrá recoger su acta de diputado en Bruselas. Con el culo al aire, sentencian los tuiteros en su nuevo refugio. Como no creo en las casualidades, es posible que twitter está caído -o yo no puedo entrar- porque los duendecillos conocían el contenido del escrito de la abogacía del estado y deseaban a toda costa evitar el aluvión de sarcasmo tuitero. Gracias Mastodon por haber acogido a los refugiados tuiteros.
Pero ahora empieza otra contienda. Los perfiles suplantados. @DonMitxel_VI nos ha comunicado por correo electrónico que el perfil que circula en Mastodon no es el suyo. Un plan perfecto. Todos los vínculos que se habían establecido en la red se desmoronan porque quienes denunciaban en twitter son los mismos que los que suplantan en Mastodon. ¿Y cómo comprobar la identidad de perfiles anónimos? ¿Y cómo confiar en un avatar? Misión cumplida, bots fascistas.