Germán Gorráiz López | ¿Apoyará UPN la investidura de Pedro Sánchez?
Tras el acuerdo provisional alcanzado entre PSN, Nabai e IU y que contaba con la aprobación casi unánime del Comité Regional del PSN (104 votos favorables y uno en contra) y las bendiciones del propio Zapatero, la sociedad navarra se durmió en la creencia de que amanecería con un «Gobierno de Progreso » que finiquitara el atavismo navarrista de los sucesivos gobiernos de UPN. Sin embargo, tras la llamada urgente de Jaime Ignacio del Burgo al Secretario de Organización del PSOE José Blanco en la que le recordó el acuerdo tácito alcanzado tras el Tejerazo, el PSOE nacional desautorizó dicho Pacto y ordenó a Puras y a los socialistas navarros que se abstuvieran en la votación para permitir que el candidato navarrista de UPN, Miguel Sanz fuera investido Presidente de Navarra, episodio conocido como «mayazo».
Tras la separación traumática de UPN y el PP en el 2008, los socialistas navarros se vieron convertidos en árbitros de la contienda política tras el acuerdo tácito entre el Presidente navarro Miguel Sanz y el socialista José Blanco en virtud del cual las propuestas políticas de los socialistas navarros eran apoyadas por UPN en un espléndido ejercicio de ventriloquismo escénico a cambio del apoyo sin fisuras del PSN en la aprobación de los Presupuestos anuales de UPN, quedando IU y Nabai como convidados de piedra. Dicha política de apoyo incondicional a UPN desde los bancos de la oposición le acarreó al PSN la pérdida de jirones de su primitivo ideario socialista pero tras la abdicación de Sanz en el 2009 y la proclamación de Barcina como su sucesora, le condujo finalmente al poder mediante un Gobierno de coalición UPN-PSN.
Sin embargo,tras la escenificación de la ceremonia del desencuentro UPN-PSN plasmado en el «divorcio político» Barcina-Jiménez, asistimos al finiquito de la doctrina navarrista UPN-PSN que habría convertido a la Comunidad Foral durante una década en un coto privado del establishment navarro (Teoría del quesito de Miguel Sanz), debiendo de nuevo el socialista Jiménez renunciar a plantear la moción de censura contra Barcina por órdenes de Ferraz, episodio conocido como «agostazo».
¿Apoyará UPN la investidura de Pedro Sánchez?
La utopía de María Chivite sería la formación de un gobierno Progresista navarro integrado por miembros de Geroa Bai, Podemos-Ahal Dugu e IU-EB, pero que sólo sería una pieza más del complicado puzzle que representa la investidura de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno. Así, tras la negativa rotunda de PP y Ciudadanos a abstenerse en la votación de investidura, Sánchez necesitará de 174 votos y de la abstención de ERC o Bildu para ser investido por mayoría simple en la segunda votación.
Sin embargo, EH Bildu estaría marcada por el estigma de «su negativa a condenar el terrorismo de ETA» y sería tildado de «partido proscrito» por establishment español. Por su parte, ERC, tras la fallida declaración de la República Catalana, es tildado de golpista , con lo que ambas formaciones serían para los asesores de Pedro Sánchez «parias políticos» cuya compañía debe ser evitada a toda costa. Para obviar a Bildu y ERC, Sánchez contaba con los dos votos de Coalición Canaria para su investidura, pero tras la sorpresiva asunción del poder en Canarias por el PSOE, se habría granjeado la eterna enemistad de Coalición Canaria al verse condenada al ostracismo, con lo que lo dos votos que necesita imperiosamente Sánchez para no depender de ERC ni de Bildu en una segunda votación, serían ahora los de UPN.
En consecuencia, se habrían ya iniciado contactos discretos entre el Presidente de UPN Javier Esparza y del socialista navarro Roberto Jiménez que contaría con el visto bueno de Ferraz para lograr un pacto estable de legislatura que asegure los votos de los dos Diputados de UPN en el Congreso, tanto en la votación de investidura de Sánchez como en la aprobación de leyes a lo largo de la próxima legislatura. La contrapartida sería la retirada de la candidatura de María Chivite a la Presidencia de Navarra y su abstención para lograr que Esparza sea investido nuevo Presidente de Navarra, operación que será conocida como el juniazo y que obligará al PSN a ser un mero acólito de Navarra Suma.
Si desea leer más artículos de Germán Gorraiz, pinche AQUÍ