Catalina de Erauso | Entrevista a Andrés Krakenberger
La versión de Pablo Ibar
- Pablo Ibar se ha declarado siempre inocente. Incluso le propusieron que aceptase su culpa en el primer juicio para poder sustituir una eventual pena de muerte por una de cadena perpetua. Él dijo que no lo haría porque no quiere pagar por algo que no ha hecho. ¿No han reparado el jurado y el fiscal en este hecho?
Esta cuestión la desconocía el jurado en el juicio de 2018-2019 por el criterio del juez de tener un jurado que desconociese las vicisitudes de este caso. Esto se lo ofrecieron a Pablo antes del primer juicio, que terminó declarándose nulo. El fiscal conoce este dato. Como se puede apreciar, hay una diferencia estructural importante entre la forma de juzgar en EEUU y en la mayor parte de estados europeos. Los jurados solo disponen de la parte de las informaciones que pasa el filtro del juez. Fiscal y juez conocen más datos, pero ellos no son los que dictan el veredicto. El juez selecciona las pruebas que se presentan al jurado. Por tanto, el jurado no dispone de la visión global de los hechos y sus circunstancias.
- El antiguo abogado de Pablo, que era un abogado de oficio, admitió bajo juramento que no presentó pruebas determinantes de reconocimiento facial ante el tribunal para este caso. ¿Qué pasó?
No estaba en condiciones de ejercer la abogacía. Hubo que suspender el juicio el año 2000 por encontrarse detenido por agresión machista. Pablo se encontró con él en la cárcel de casualidad y pidió su sustitución, pero el tribunal se lo denegó. El juzgado tiró para adelante con el caso de Peñalver por la presión mediática y, por eso, su caso ha tenido un recorrido tan diferente. Una vez que se reincorpora el abogado, Pablo pide su suspensión por estar el abogado aquejado cirrosis. Tan aquejado estaba que se moriría poco tiempo después. El abogado se encontraba en posesión de un peritaje de reconocimiento facial pagado por la familia que quedó en el cajón de su despacho. No llegó al tribunal. Ni lo mencionó en juicio. Hubo que esperar al juicio de 2018-2019 para incorporar esas pruebas a la causa. Ese abogado no estaba en condiciones no ya de llevar un caso de pena capital sino de llevar un caso de una multa de tráfico. En base a esta negligencia por parte del primer abogado se consiguió anular la condena a pena de muerte del año 2000.
La primera apelación al TS Florida fue en 2006 coincidiendo en el tiempo con la apelación de Peñalver. Primero el TS ordena la repetición del juicio de Peñalver por múltiples irregularidades, pero a los 15-20 días, se confirma la pena de muerte de Pablo. El problema fue que su abogado ni siquiera puso en duda las pruebas que habían aportado contra su cliente. El juez preguntó, con razón. que por qué se apelaba. Por tanto, la apelación adolecía de falta de sustento en el juicio de 2000. En una nueva apelación, esta vez ante el Tribunal 2012 Brower County por defensa letrada ineficaz, el tribunal tampoco dio lugar a la apelación por considerar que la defensa fue correcta. Parece chocante, pero es difícil que un tribunal revoque una decisión previa adoptada en el seno de ese mismo tribunal. Después de este periplo y ante una nueva apelación, el TS de Florida en 2012 decide que Pablo fue condenado con pruebas poco fiables. Y ordena la anulación de la sentencia y la repetición del juicio. Este juicio tuvo lugar hace pocas semanas. Han pasado seis años desde la anulación del juicio de 2012 hasta la celebración del juicio de 2018-2019. Seis años de cárcel para Pablo.
- Pablo dice que no cree en la justicia norteamericana porque el resultado de un juicio depende de si el acusado tiene los medios para pagarse un abogado o le ponen uno de oficio. Si una persona inocente y sin recursos es defendida por un abogado de oficio, aumenta la probabilidad de que lo condenen y, en ese caso, parece evidente que en el acto de juicio la búsqueda de la verdad es tangencial. ¿Es peligrosa esta desafección por la justicia de un país?
Sin duda. No confía en la justicia per se, no solo en la norteamericana. Es no confiar en un sistema jurídico que es el único que tenemos. Creo que Pablo ha sufrido tantos chascos, corredor de la muerte 16 años y 8 años de prisión normal a la espera de juicio, que es normal que no crea en la justicia. Pero dentro de lo malo del corredor, las prisiones ordinarias son peores que el corredor. Y una diferencia fundamental entre el sistema penal norteamericano y los sistemas penales europeos es que estos últimos están orientados a lograr la reinserción del condenado, algo que llevan a cabo con mayor o menor acierto. No así en E.E.U.U. No existe. Para ellos, la pena es un castigo por un delito cometido. Y, tal vez, la forma en que se designa un jurado popular tiene que ver cómo se juzga un caso de esta índole en los E.E.U.U.
En la entrega número VII, Andrés Krakenberger explicará cómo funcionan los jurados populares en los EEUU. Para leer más, pinche AQUÍ
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En EE.UU, si no tienes dinero no tienes derecho a nada …ni a hospitales, ni a defensa en condiciones. Es el caso de Pablo. Y reconocer un error, aún peor, aunque cueste la vida de un ser humano INOCENTE…Presumen de ser un país libre, y es un país nefasto.