Prensa Latina.- El embajador de Venezuela en España, Mario Isea, demandó hoy al conservador Partido Popular (PP) español, del jefe del Gobierno en funciones Mariano Rajoy, que cese la injerencia contra su país.
Rechazamos que se nos siga involucrando en la política interna española y exigimos al PP respetar el carácter democrático del gobierno venezolano y sus instituciones, manifestó Isea, según un comunicado difundido por la legación de Caracas en Madrid.
El diplomático repudió las persistentes intromisiones en los asuntos internos de la República Bolivariana por parte de la agrupación de Rajoy, que utiliza de manera partidista distintas plataformas institucionales, nacionales, regionales y hasta municipales del Estado español.
Tales acciones del PP sólo sirven para estimular y justificar los planes antidemocráticos y violentos de la oposición venezolana, señaló.
Advirtió que se valen de un sofisma para justificar su apoyo a salidas no democráticas: «como hay dificultades económicas, concluyen que hay que derrocar al gobierno democráticamente electo».
Si ese criterio se generaliza, en un contexto de crisis económica global capitalista, como está ocurriendo en el mundo, serían muchísimos los gobiernos a derrocar, puntualizó.
A su juicio, los ataques contra su país se enmarcan dentro de un plan internacional que pretende desvirtuar el carácter democrático de las instituciones y la separación de poderes en Venezuela, descalifican al sistema de justicia y al poder electoral.
El embajador también se refirió a la proposición no de ley que el Partido Popular presentará hoy ante el Congreso de los Diputados para pedir inmediata la liberación de quienes define como presos políticos venezolanos.
Hay demasiadas coincidencias, no puede ser casualidad que el PP presente esa propuesta el mismo día en que delegaciones opositoras promoverán en Washington «la aplicación de la Carta Democrática de la OEA, y convocan en varias ciudades venezolanas manifestaciones violentas similares a las guarimbas del 2014», subrayó.
Isea emplazó al ejecutivo saliente a apoyar las iniciativas de diálogo en las que participan organismos como la Unión de Naciones Sudamericanas, «para que los venezolanos resolvamos nuestras diferencias y dificultades dentro del marco de nuestras leyes y en paz».
Citó como ejemplo la Comisión de la Verdad por la Paz y la Justicia, integrada, entre otros, por el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.
Ratificó que en Venezuela no hay presos políticos, «a menos que quieran dejar en libertad a quienes han causado muertes, a corruptos, banqueros estafadores, financistas del narcotráfico, si esos son presos políticos, el mundo está lleno de ellos», indicó.
«Leopoldo López está pagando la condena tras un juicio por haber causado violencia, muertes, heridos. No está por capricho, hay una institucionalidad que lo juzga y lo condena», aclaró.
Según su criterio, esta campaña contra el proceso bolivariano no se puede desvincular del contexto latinoamericano, donde, aseveró, se siguen llevando a cabo golpes suaves o parlamentarios como el que está en marcha en Brasil.
Resulta obvio que en el gigante sudamericano no hay un proceso por corrupción contra la presidenta Dilma Rousseff, sino un juicio político y un claro ataque a la integración latinoamericana y caribeña, sentenció el diplomático.