Una asignación monetaria incondicional para toda la población. Un dinero que el Estado pagaría cada mes a todos los ciudadanos y residentes acreditados, sólo por serlo. Eso es la Renta Básica (RB), y uno de sus defensores más visibles en nuestro país es Daniel Raventós Pañella, profesor de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona.
La idea de que todos tengamos un sueldo asegurado de por vida, por el simple hecho de existir, puede parecer una utopía irrealizable. Algunas voces críticas la tachan de infinanciable e injusta. Pero Raventós y otros como él creen que esa retribución es perfectamente razonable, justa y posible. Y se apoyan en los números para afirmarlo.
Según los estudios realizados desde la Red Renta Básica, de la que Raventós es presidente, a través de una profunda reforma fiscal y del ahorro derivado de la supresión de subvenciones y subsidios públicos que pasarían a ser innecesarios, podría financiarse una Renta Básica para toda la población adulta de España de unos 7.500 euros al año.
Para nuestro interlocutor, las implicaciones de la RB van más allá de su utilidad como herramienta de política económica para paliar la desigualdad y la pobreza. En última instancia, sugiere, se trata de ser un poco más libres.
Desde la Red Renta Básica promovéis la idea de que una renta básica no sólo es posible, sino que además es racional desde el punto de vista económico. ¿Cuáles serían los beneficios de su implantación?
Muchos, pero citaré solamente unos pocos: evita la trampa de la pobreza; previene la exclusión; evita los daños psicológicos y morales vinculados a la estigmatización social del perceptor de un subsidio condicionado; la RB, a diferencia de los subsidios condicionados, tiene poquísimos costos de administración y gestión. La RB, si es de una cantidad igual o superior al umbral de la pobreza, acabaría con la pobreza de forma inmediata.
Pero no es solamente una medida contra la pobreza. Hay una característica que me permitiré calificar con cierta exageración de “subversiva”: el poder de negociación de la clase trabajadora se incrementaría.
La principal herramienta de que dispone el capital para disciplinar a la clase obrera, como decía, entre otros grandes economistas del siglo XX, Michael Kalecki, es la existencia de una población excedente. Esta población en paro forzoso es en la actualidad de proporciones inmensas. Con una RB esta “principal herramienta”, este poder disciplinador, quedaría enormemente debilitada.
Si tantos son los beneficios, ¿por qué existe tanta resistencia a su adopción e incluso a su debate al más alto nivel político?
La RB la recibe toda la población, pero no todo el mundo gana. ¿Por qué? Porque para financiar una RB debe hacerse algún tipo de reforma fiscal.
Junto con otros miembros de la Red Renta Básica, los profesores Jordi Arcarons y Lluís Torrens, contribuí a realizar, a partir de casi 2.000.000 de declaraciones de IRPF del Reino de España, un estudio de financiación para mostrar cómo se podría conseguir una RB de casi 7.500 euros anuales para toda la población. Según nuestros datos, el 80% de la población, empezando por el más pobre gana, el 20% más rico pierde. Aquí tienes ya una explicación de algunas resistencias.
Otra explicación de la resistencia a su adopción es que la RB, si se conoce solamente de forma superficial, permite la demagogia fácil: “la gente no trabajaría”, “mantendríamos a vagos”, “es imposible de financiar”, “vendrían inmigrantes a millones”, “acabaría con la iniciativa de innovación”, etc. Pronto escucharemos la amenaza de un diluvio universal si se implantase la RB.
¿Cuál es tu postura frente a quienes consideran que la renta básica puede actuar como desincentivo personal a la hora de ejercer actividades productivas e incluso socavar la sostenibilidad del Estado del Bienestar?
En el estudio de financiación que antes citaba, mostramos con todo tipo de detalle que la RB sería financiada sin restar ni un céntimo a lo que ya se recauda actualmente. Y más concretamente sobre “socavar el Estado de Bienestar”: no se detrae ni un céntimo de la sanidad ni de la educación pública, para dejarlo todo muy claro. En realidad, nuestra propuesta significa una gran redistribución de la renta del 20% más rico al resto de la población. Es decir, lo contrario de lo que se ha producido a lo largo de las últimas décadas, especialmente en los últimos años.
En cuanto al desincentivo para ejercer actividades productivas… es un gran error. Hay personas que acostumbran a poner los subsidios condicionados (como el del desempleo, la Renta Mínima de Inserción, el PER…) como ejemplos de desincentivo. ¿Se han dado cuenta estos críticos que están refiriéndose a subsidios condicionados?
La RB es incondicional, con lo que pueden acumularse otros ingresos a la misma, precisamente lo que no puede hacerse con los subsidios condicionados. Críticas por tanto que pueden ser correctas dirigidas a los subsidios condicionados —”pueden ser”, insisto, no que necesariamente lo sean— no lo son dirigidas a la RB.
En vuestra propuesta habláis de una cuantía de 7.471 euros anuales para toda persona adulta y de una quinta parte para todo menor de 0 a 18 años. ¿En base a qué se calcula esa cifra?
7.471 euros anuales es el umbral de la pobreza calculado como media de todas las comunidades autónomas excepto la vasca y la navarra, porque tiene un sistema fiscal diferente y pretendíamos que los datos fueran homogéneos. Debo añadir, por si fuera necesario, que estas dos excepciones son comunidades más ricas que la media del Reino de España, con lo que la financiación todavía sería “más fácil” en caso de añadirlas al cálculo.
¿Y cómo se financiaría esa cuantía?
El avance del estudio que estamos haciendo lo explica con todo detalle. El dinero saldría de una reforma del IRPF y del ahorro de las prestaciones monetarias que resultarían redundantes con la introducción de la RB.
¿Cuáles serían esas prestaciones?
Las prestaciones que resultarían redundantes son todas las prestaciones públicas monetarias (subsidios, pensiones, etc.) de cuantía inferior o igual a la RB.
Veamos cómo actuaría la RB en relación a estas prestaciones públicas con un par de ejemplos. Ejemplo 1: quien recibe una prestación pública monetaria de 425, si la RB fuera de 625, pasaría a recibir 625. Gana 200. Ejemplo 2: alguien que recibe una prestación pública monetaria de 800 euros, si la RB fuera de 625, seguiría recibiendo 800 (625 de la RB + 175 en concepto de complemento). Al final queda igual.
Hace unos meses decías en otra entrevista que “todos los partidos están interesados en la Renta Básica hasta que llegan al Gobierno”. En los últimos tiempos hemos visto a formaciones políticas como Bildu, Equo o Podemos defendiendo la implantación de una renta básica. ¿Cómo ves el escenario después de las recientes elecciones municipales y autonómicas? ¿Crees que se pueden abrir ventanas de oportunidad con los nuevos equilibrios de poder?
Lo que afirmé, se publicase como se publicase, era que “algunos” (no todos) partidos aparentemente se interesan por la RB cuando están en la oposición. El PSOE fue un clarísimo ejemplo antes de la llegada de Zapatero al gobierno. No es que el PSOE como tal apoyase la RB, pero había algunos miembros destacados que proponían algo muy cercano… antes de llegar al gobierno. Y no es el único caso.
Efectivamente, Bildu, Equo, también la pujante formación gallega Anova, defienden la RB. En Podemos hay muchísima gente que defiende la RB.
Mi deseo es que después de estas interesantísimas elecciones que empiezan la tarea de limpiar la porquería acumulada en los últimos años en muchas instituciones públicas, abra unas ventanas de oportunidad, como dices, para la RB. Veremos.
En paralelo al debate público existen iniciativas más o menos recientes que vienen experimentando con la idea de la renta básica como a través de cauces como el crowdfunding. ¿Podrían ser una alternativa de importancia creciente ante la inmovilidad política?
Estas iniciativas pueden estar bien para popularizar el conocimiento sobre la RB. Son poco más que simbólicas, porque de lo que estamos hablando de garantizar la existencia material a toda la población. Esto es, la RB debe ser financiada públicamente mediante una reforma fiscal, tal como he comentado anteriormente.
Uno de los fundamentos filosófico-políticos que hay detrás de la RB es que si no se dispone de una situación social y política según la cual se garantice la existencia material a toda la población, aquellas personas que caigan fuera de esta situación no pueden ser libres. No se trata, pues, de un problema únicamente de desigualdad, que también lo es, sino de un problema de libertad.
Las grandes desigualdades comportan amenazas para la libertad de la inmensa mayoría. Y una justa financiación pública de la RB permitiría garantizar esta existencia material a toda la población. En mi libro Las Condiciones materiales de la libertad dedicaba una parte importante a esta fundamentación filosófico-política. ¿Sería suficiente la RB para hacer frente a los grandes retos sociales y económicos que tenemos hoy? No, la RB sería necesaria, no suficiente. Pero de entrada, liberar a toda la población de la pobreza, creo que es un objetivo por sí mismo a tener muy en cuenta.