Iñaki Errazkin.- ¿Qué pinto yo en Podemos?
Soy de izquierdas, anticapitalista, antiimperialista, republicano, ateo, creo firmemente en la lucha de clases y defiendo el derecho de todos los pueblos del mundo a su autodeterminación… ¿Qué pinto entonces en PODEMOS?
Yo considero a PODEMOS como lo que es: una herramienta. Y las herramientas sirven siempre a los fines de quien las utiliza. Así, un destornillador puede servir para montar un mueble o para clavárselo a alguien en la garganta, y con un bisturí se puede salvar una vida en un quirófano o quitarle el puesto al descuartizador de Majadahonda. El destornillador y el bisturí son meras herramientas, lo mismo que PODEMOS.
Es un error considerar a PODEMOS una panacea porque no lo es. Este extremo lo he tenido claro desde su nacimiento y así lo he manifestado públicamente en varias ocasiones. PODEMOS es una organización muy abigarrada en la que hay de todo, como en botica. Y donde hay de todo, no pueden faltar las contradicciones, algunas muy profundas. Además, como Pancho López, PODEMOS está quemando etapas con excesivo apresuramiento y eso inquieta a tirios y troyanos, acentuando el temor de los tirios y la desconfianza de los troyanos.
Pero si es un error considerar a PODEMOS una panacea, también lo es obviar que en la coyuntura actual es irreemplazable fuera de las fronteras catalanas y vascas, pues es la única opción de regeneración a medio plazo. Al menos es la única opción con posibilidades de conseguir algo efectivo más allá de las tan confortables como estériles terapias de grupo.
La gente, en general, solo es militante de su egoísmo. Y para el grueso de la población, los «concienciados» que pontificamos en las redes sociales somos extraterrestres que venimos de otro mundo y hablamos otro idioma. Es hora, pues, de acercarnos a la ciudadanía con un mensaje inteligible para poder avanzar conjuntamente hacia objetivos cualitativamente superiores. No caigamos de nuevo en la práctica habitual de erigirnos en dirigentes del vacío social. Sin paisanos no hay país, y ya se sabe que tener razón a destiempo es equivocarse.
Afirmé recientemente en mi cuenta de Twitter que no es lo mismo SER de un partido que ESTAR en un partido, y que lo primero es fanatismo. Yo, desde luego, no soy de PODEMOS y no albergo ya fanatismo alguno, pero estoy con PODEMOS tácticamente, seguramente porque soy un viejo escéptico y egoísta, porque la vida se me escapa y quiero ver resultados lo antes posible. Puede ser mi última decepción o, quizás, mi último acierto.
@Errazkin
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