por Carlos Aznárez (Buenos Aires).- Una nueva ONG vinculada al partido del alcalde porteño, el derechista Mauricio Macri (en la fotografía) se apresta a tener activa participación en tareas de hostilizar a Cuba, Venezuela y otros gobiernos progresistas de la región en la próxima Cumbre de las Américas a celebrarse en abril en Panamá.
De esta manera, la derecha continental afila sus armas para construir en ese escenario nuevas iniciativas injerencistas como las que actualmente llevan a cabo contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro y las maniobras desarrolladas estos últimos meses en Argentina, aprovechando el caso Nisman o el de los denominados “fondos buitre”. El PRO, sus diputados y el propio Mauricio Macri, son parte del operativo para dar cobertura en su actual visita a Buenos Aires a Mitzi Capriles y Lilian Tintori, esposas del ex Alcalde venezolano Antonio Ledezma y de Leopoldo López, quienes se hallan detenidos por golpistas y magnicidas.
Con Panamá en la mira
Junto al encuentro de Presidentes en Panamá, en el que la expectativa general se centra en la presencia del jefe de estado norteamericano Barack Obama y el presidente de Cuba, Raúl Castro, se realizarán sub-cumbres de Jueces, Empresarios, Sindicalistas, Juventud y Sociedad Civil. Precisamente estas dos últimas son las que más le interesan a los operadores derechistas para llenar de voces contrarias a los procesos revolucionarios y progresistas.
Es por ello que desde la ONG macrista denominada Grupo ESTELA (Estudios Estratégicos Latinoamericanos), dirigida, entre otros, por el ministro de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Estéban Bullrich y el sub secretario de gestión económica, Carlos Regazzoni, trabajan intensamente en la idea de arreciar y oxigenar aún más la política de ataques mediáticos contra Venezuela, sirviendo de canal para implementar las matrices y líneas de acción consensuadas por los think tank estadounidenses.
El Grupo ESTELA escuchando extasiado a María Corina Machado
Pensado como un centro de altos estudios, el Grupo ESTELA reúne en su interior a un puñado de jóvenes expertos en temas de relaciones internacionales, economía y políticas públicas, que el PRO utiliza para generar papers y documentos de situación sobre la realidad local y latinoamericana. Mercedes Renó, Nadia Kreizer, Sergio Caplán y Laura Dadomo son algunos de estos integrantes, la mayoría provenientes de universidades privadas como la UCA o Austral.
Acompañan también este iniciativa de la derecha regional otros cruzados del PRO, como la diputada Cornelia Schmitd-Lierman, Federico Pinedo, asiduo visitante de la embajada de Estados Unidos, el rabino Sergio Bergman y Jorge Triaca.
Un infaltable de este proyecto en Argentina es el venezolano Ernesto Humberto Tinoco Egui, quien se autotitula “coordinador” en Argentina del partido opositor “Voluntad Popular”, el mismo que encabeza en Venezuela el golpista -ahora encarcelado- Leopoldo López. A Tinoco pudo vérselo en las guarimbas porteñas llevadas a cabo el año pasado contra la Embajada venezolana por algunos de sus seguidores.
María Corina, la infaltable
Como para dejar bien claro por donde caminan estos “estelados”, han designado miembros de honor de la ONG, a los recalcitrantes opositores venezolanos Antonio Ledezma y la vocera de la ultraderecha y ex parlamentaria, María Corina Machado.
Precisamente en el lanzamiento de ESTELA, a fines de febrero, se realizó una conferencia moderada por Regazzoni y en la que participaron los diputados PRO, Pinedo, Triaca, Cornelia Schmidt, Eduardo Amadeo y Guillermo Durand Cornejo. Varios de los expositores trataron la situación que vive Venezuela, y determinaron que «hay tres escenarios a futuro»: uno “menos probable”, según los conferenciantes, en el que “Maduro flexibiliza el régimen para finalizar su mandato”, otro en el que Maduro “endurece su posición y aumenta su aislamiento”. El tercer escenario según los vaticinios de la ONG macrista, pasaría porque “Maduro finaliza su mandato en contexto de crisis institucional”. La guinda de la torta la puso la propia María Corina Machado, a través de una video-conferencia en la que la conocida golpista venezolana quiso dar “una buena noticia” a los fieles interlocutores: “el cambio y la transición están cerca”, advirtiendo, no obstante, que “la represión es brutal”.
Otro aspecto a destacar del Grupo ESTELA son sus relaciones con algunos centros claves del terrorismo mediático, como son “Una voz por Venezuela”, organización encargada de manipular y difundir la situación de ese país, o Radio y TV Martí, afincadas en Miami y de larga fama en su intervención injerencista en Cuba. También es de la partida en la campaña de mentiras el Foro Democrático, radicado en Miami, desde donde se encarga de asesorar a parlamentarios regionales en sus acciones de presión hacia sus respectivos gobiernos.
Acompañando las políticas de Washington
Estados Unidos va a librar, sin dudas, una batalla en Panamá. Aprovechará esa Cumbre de las Américas para arreciar en la campaña contra Venezuela y Cuba, pero no excluirá también a otros gobiernos que no los considera solidarios con su política, como es el caso de Argentina y Brasil, contra quienes ha impulsado, a través de las derechas locales, campañas injerencistas de todo tipo.
Para acompañar estos embates, ONGs sudamericanas como es el caso del Grupo ESTELA son muy necesarias. De allí, que algunos de sus miembros seguramente participarán en los foros paralelos, concertando esfuerzos y pronunciamientos contra Venezuela, con la intención de contrarrestar la avalancha de críticas que ha levantado en la región la orden ejecutiva del presidente Obama que señala al país caribeño como “una amenaza extraordinaria” para su seguridad nacional.
Es previsible que entre los asistentes a Panamá, se suba al avión Cornelia Schmitd-Liermann, una defensora de las políticas neoliberales a ultranza, que un día sí y otro también embiste groseramente contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. También se agregarían a la lista de viajeros Estéban Bullrich, Federico Pinedo y un infaltable en lo que hace a atacar a los gobiernos progresistas: el otrora menemista, ex embajador en Estados Unidos, Diego Guelar, actual secretario de Relaciones Internacionales del PRO. Guelar se hizo “famoso” cuando en 1998 le embargaron el sueldo de embajador por una deuda que mantenía con el Banco Central argentina por tres millones de dólares, por una causa abierta cuando integraba el directorio del Banco del Oeste. En 2010 este mismo personaje batió el parche exigiendo «una amplia amnistía para los crímenes de lesa humanidad”.
Por último, una vez finalizado los foros de Panamá, esta delegación del PRO viajaría a Venezuela para estrechar aún más relaciones con sus amigos de la oposición golpista, y promover una declaración de apoyo a Ledezma y Leopoldo López por parte del Congreso argentino. Algo, que a simple vista les queda bastante grande para su actual realidad partidaria. Puede controlar ONGs, muchas de ellas financiadas desde Estados Unidos, pero no las voluntades soberanas de diputados y ciudadanos argentinos que ya se han pronunciado en repudio a las amenazas disparatadas de Obama.