Por Decio Machado / Redacción El Hurón
Cuando después de trece años ejerciendo como jefe de Gobierno, Felipe González pasó a su actual condición de ex presidente, definió su nuevo estatus con las siguientes palabras: “Para mí los ex presidentes son como grandes jarrones chinos en apartamentos pequeños, se supone que tienen valor y nadie se atreve a tirarlos a la basura, pero en realidad estorban en todas partes”.
Tanto González como su sucesor en La Moncloa, José María Aznar, han demostrado que existe vida tras el ejercicio del poder político en la vieja Hispania, y muy buena vida por cierto…, aunque es una realidad que sus actividades no dejan de ser un incordio para los distintos gobiernos en ejercicio. Es desde esa tesitura desde donde se entienden las declaraciones del Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy, el cual indicó que “carecen de opinión” respecto a las actividades empresariales del ex presidente Aznar en el extranjero, si bien, por su calidad de ex mandatario, la ley le permite contar con apoyo diplomático en sus viajes y protocolos.
Si bien los dos más grandes referentes de la política española de los últimos treinta años no pueden ser por menos que considerados, en argot popular, como unos “listillos” de los negocios, en el caso del líder conservador y apóstol del neoliberalismo mundial la cosa realmente “se sale de madre”.
Aznar, quien se considera un `iluminati´, vive inmerso en una realidad virtual que le impide analizar los hechos que le rodean con el realismo mínimo exigible a cualquier personaje público del mundo de la política. Él mismo escribiría dos gloriosos párrafos en su primer libro de memorias publicado en el año 2012, los cuales describen a la perfección el nivel de enajenación mental alcanzado por el actual presidente de honor del Partido Popular. La primera de ellas hace referencia a un lejano recuerdo de su niñez:
“Muchas veces me han preguntado cómo sé que soy especial. Es difícil de decir; digamos que siempre lo he sabido. Ya desde el colegio, sabía que ninguno de los que me rodeaban estaba a mi altura. Como delegado de mi clase, en 3ºB, tomé la decisión de ocupar 3ºD y librar a aquellos pobres chicos del pésimo delegado que habían elegido. No fue una decisión sencilla; tuve que mandar a varios muchos a combatir al patio, pero, al final, obtuvimos la victoria. Ese día supe que estaba destinado a algo más grande que yo mismo.”
Respecto al segundo párrafo, este prócer moderno de nuestros contemporáneos “episodios nacionales” rememora el atentado sufrido el 19 de abril de 1995, del cual se salvó gracias al uso de un vehículo blindado y consecuencia de que en aquella ocasión el Comando Madrid utilizase un sistema poco preciso –el artefacto se activó con un cable de 300 metros de longitud y no el habitual mando a distancia por radio-, lo que ocasionó que la explosión se anticipase unos segundos:
“La primera vez que supe que no era un ser humano corriente, lo recuerdo bien, fue cuando ETA voló mi coche conmigo dentro. Salí de allí, envuelto en llamas, y pensé: ¿cómo es posible que haya sobrevivido? Nadie se lo explicaba. Los médicos no encontraban respuesta, tampoco mi personal de seguridad. A todo el mundo le pareció… Milagroso. Esa noche soñé con Dios. Era una luz, no tenía rostro, pero sí voz. Me iluminó con un haz y me dijo: `Jose Mari, si te he salvado es porque te necesito vivo para que lideres a la humanidad´. Me dijo un par de cosas más, pero son personales. Aquella experiencia me cambió, por supuesto. Desde entonces soy mucho más humilde”.
Es así, con esta gracia divina propia de los tiempos gloriosos de nuestras más épicas cruzadas, que José María Aznar vuelve a recuperar su protagonismo político al interior del mundo conservador, en estos momentos en que el PP enfrenta un año electoral tremendamente complicado.
El Partido Popular -con sus 845.000 militantes y miles de cargos electos- se ha convertido en un referente del detritus politicus, la deshonra moral y la carencia de la más mínima ética en la gestión de la política pública. Sin embargo y a pesar de que veintidós de los treinta y cuatro ministros de los que dispuso este ex presidente se encuentran implicados judicialmente en casos de corrupción, Aznar, tocado como Daniel en el Antiguo Testamento por la mano de Dios, vuelve a ser el objetivo de focal tras la Convención Nacional de su partido realizada el pasado 23 de enero.
Durante dicho evento, el ex mandatario se ofreció públicamente a ayudar al PP en su carrera electoral –tras haber sido ninguneado por Rajoy en la anterior campaña a las europeas-. “Contad conmigo, estoy donde siempre, estoy con vosotros” expuso Aznar cual si fuera un “cristo redentor” mirando hacia el cónclave popular. Si bien sus palabras causaron cierto malestar entre algunos miembros de la cúpula conservadora, empezando por el mismo Mariano Rajoy, la presidenta del PP de Madrid y candidata a la Alcaldía de la capital, Esperanza Aguirre, ya ha solicitado junto a Luisa Fernanda Rudí (Aragón), Juan Vicente Herrera (Castilla y León) y Pedro Sanz (La Rioja), el apoyo del ex presidente en sus correspondientes campañas electorales.
De esta manera, el secretario de organización del PP y jefe del comité de campaña para las autonómicas, Carlos Floriano, y el secretario general de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), Javier Zarzalejos, han cerrado ya la participación de Aznar en diversos actos que el partido prepara entre los días 8 y 22 de mayo para apoyar a sus distintos candidatos autonómicos.
En la práctica, tales decisiones suponen una derrota de la línea “marianista” al interior del PP, y en ese sentido cabe recordar la anécdota contada por Juan Bosco Martín Algarra, subdirector de lainformación.com cuando el pasado mes enero narraba: “Corría el año 2008 o 2009. Un conocido periodista televisivo, de ideología conservadora, compartía una cena con varias personas, entre ellas José María Aznar. Cundía el desánimo entre los simpatizantes populares tras la derrota en las elecciones generales, la segunda de Rajoy ante Zapatero. Al terminar, el comunicador estrechó la mano del ex mandatario y le dijo, a modo de despedida: `Presidente, usted tiene que volver; se equivocó al retirarse en 2004´. Aznar le dio una palmada amistosa en el hombro: No, amigo, cuando me equivoqué yo fue poniendo al gallego.”
Aznar, el nuevo rico
José María Aznar, quien durante su gestión como presidente del Gobierno privatizó más de 60 empresas públicas -por un valor equivalente al 6,7% del PIB de la época, entre ellas las llamadas “joyas de la corona”: Endesa, Telefónica, Tabacalera (Altadis), Argentaria, Repsol, Red Eléctrica, Gas Natural, entre otras-, es sin duda un personaje polémico tanto en lo político como en lo económico.
Respecto a lo primero, valga como referente un cable filtrado por Wikileaks de la agencia Strategic Forecasting Inc (empresa privada estadounidense especializada en servicios de inteligencia y espionaje), más conocida por el acrónimo StratFor, en el cual se definió a Aznar como un “neocon” mucho más extremista incluso que los funcionarios israelíes a los que están acostumbrados a escuchar.
En su libro de memorias anteriormente referenciado, el responsable de la burbuja inmobiliaria española y corresponsable de cientos de miles de muertos en Irak, así como de los atentados de Atocha el 11 de marzo de 2004 aseveraría:
“Me atrevo a decir que George [W. Bush] es mi mejor amigo. Compartimos una ambiciosa visión del mundo, la visión de los líderes de la humanidad. George me planteó un reto fascinante, que consistía en convencer a todo un país de que nosotros teníamos razón mientras les matábamos. Nunca antes se había intentado algo tan ambicioso, así que acepté inmediatamente. Fue una gran experiencia de la que guardo mucho buenos amigos.”
Mientras en alusión a lo segundo, el que fuera el cuarto presidente del Gobierno desde la Transición –período 1996 a 2004-, es el ex presidente de Gobierno con mayor patrimonio del Estado español. Sus ingresos se han multiplicado por veinte desde sus tiempos en el Palacio de La Moncloa, superando así a cualquier jefe del Ejecutivo cesante, incluido entre ellos al otro “divo” del asesoramiento a transnacionales nacionales y extranjeras, Felipe González Márquez.
Sin duda hay que reconocerle el mérito. Este licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid (1975) y funcionario de Hacienda como Inspector de Finanzas del Estado (1976), que inició tempranamente –tras pasar por la Falange Española Independiente y el Frente de Estudiantes Sindicalistas- su carrera política en la entonces Alianza Popular, llegando a presidente del Estado español en 1996 tras presidir también la Junta de Castilla y León entre 1987 y 1989, ha conseguido con el paso del tiempo amasar una importante fortuna.
Sus fuentes de financiamiento actualmente conocidas son, a parte de varios negocios, el asesoramiento a más de media docena de transnacionales y la impartición de conferencias por todo el planeta bajo un caché de 40.000 euros por cada una. Todo ello combinado con la impartición de cursos en distintas universidades y su vitalicio sueldo de ex presidente valorado en 75.000 euros anuales, además de vehículo y seguridad a cargo del Estado.
“Es la economía, estúpido”
La gestión patrimonial de la familia Aznar se canaliza a través de la sociedad Famaztella SL (familia Aznar-Botella), una empresa compartida junto a su mujer Ana Botella –la cual actúa como secretaria– cuyo objetivo fundacional es concentrar los derechos de la propiedad intelectual de sus libros, que editan Planeta y Plaza & Janés, así como sus discursos, alocuciones y conferencias internacionales.
Aznar constituyó dicha empresa el 3 de junio de 2004, es decir, fue concebida incluso antes de salir de La Moncloa. Se registró con un capital inicial de 3.000 euros –el mínimo legal exigible-, aunque según consta en las declaraciones de impuestos, sus ingresos crecieron durante 2013 respecto al año anterior en un 33,2% (328.941 euros) y su beneficio aumentó en un 39,4% (207.406 euros). Según datos de ese mismo año, las cuentas de lo que exclusivamente se canaliza a través de dicha empresa familiar acumulaba ya un patrimonio de 2,4 millones de euros, el cual en su mayoría esta invertido en activos financieros –mitad en dólares y mitad en euros-.
Gestionar los derechos de propiedad intelectual del ex presidente del Gobierno y de su esposa a través de esta empresa ha permitido que la familia Aznar Botella tributen al tipo de las pymes, un 25%, mientras que si hubieran declarado estos ingresos directamente en el IRPF como actividades profesionales, estarían abonando impuestos superiores al 50%.
El patrimonio acumulado por Famaztella es una cantidad equivalente por cierto, a lo que le costó el pasado año a tan disciplinada y ahorradora familia su impresionante segunda vivienda ubicada en Guadalmina Baja, una lujosa y exclusiva urbanización promovida en los años 50 junto al mar marbellí y donde se levantó el primer campo de golf de Andalucía.
Este “haz de luz divina sobre cielo tormentoso” llamado José María Aznar y destinado a defender los valores occidentales y la fe católica, goza de esta humilde morada –reciento ideal para el descanso del guerrero- que se levanta sobre una parcela de más de 2.000 metros, en un entorno arropado por árboles centenarios y rodeada de otras gigantescas mansiones blindadas del “vulgus curiositate” por enormes muros que delimitan propiedades respecto a vecinos como Marisa de Borbón (de los Borbones de Corte Inglés), la “cocacolera” familia Goizueta o del periodista deportivo José María García.
Pero más allá de estas pequeñeces especulativas, entre las empresas destinadas a recibir iluminación y sabiduría de tan grande paladín del libre mercado como es nuestro ex presidente Aznar, destacan:
– News Corporation. Dos años después de que nuestro aguerrido Aznar abandonase La Moncloa, la empresa News Corporation dirigida por el magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch, ficharía a nuestra “estrella” como miembro de su Consejo de Administración. En realidad, la relación empresarial de Aznar con Murdoch se remonta, oficialmente, a septiembre de 2004, cuando Famaztella SL pasó a percibir de News Corporation 10.000 euros mensuales por sus “servicios de asesoría”.
El Consejo de Administración de News Corporation, conformado por catorce miembros, no tiene funciones ejecutivas y se reúne de ocho a diez veces al año en cualquier parte del mundo, más allá de que su sede central se ubique en Nueva York.
La empresa de Murdoch destacaba en aquel entonces, mediante un comunicado público, el prestigio mundial del ex presidente: “Su impresionante comprensión de la política mundial y de las realidades de la globalización, así como su claro compromiso con el saneamiento presupuestario, harán de él un gran activo para los accionistas de News Corporation”, según consta en nota de prensa de la corporación imperial de Rupert Murdoch, salpicada entre otros escándalos, por las escuchas ilegales en Gran Bretaña.
Los pagos de Murdoch generaron cierta polémica al ser desvelados, dado que nuestro “Goliat” no los había comunicado al Ministerio de Administraciones Públicas ni al Consejo de Estado. Aznar se excusó de dicha situación referenciando que no está obligado a comunicar dicha actividad profesional, dado que tan solo consiste en “colaboraciones ocasionales, materializadas en notas o conversaciones”, cuyo objeto era aportar los análisis y sus impresiones personales sobre la situación internacional y el panorama mundial.
En 2009, nuestro “centurio” de la civilización occidental en plena crisis financiera mundial fue premiado por Murdoch con un aumento de 4,3% en su salario, recibiendo desde entonces alrededor de 180.000 euros anuales –a pesar de que no cumpliese las normativas mínimas exigidas por la Bolsa de Nueva York para ser considerado consejero independiente-; recibiendo en 2012 la cifra de 198.112 euros anuales. Pero para la gente sobria, no todo lo mueve el dinero, motivo por lo cual Murdoch dispuso que nuestro aguerrido ex presidente contara además con plataformas mediáticas tales como The Times, The Wall Street Journal, las cadenas CNBC o la Fox News para cuestionar gobiernos, jueces, determinadas actuaciones de la Unión Europea frente a la crisis o incluso las acciones del presidente Barack Obama, al que acusó de “abrazar” a los enemigos de EEUU en una línea discursiva común a la del Tea Party. Como a mediados del 2013 el puesto de José María Aznar perdió glamour en esta corporación global mediática es un enigma por descubrirse. Pero lo cierto es que el magnate Rupert Murdoch decidió dividir la compañía en dos empresas diferentes, cada una con su propio consejo de administración, y Aznar terminó en la que aglutina los activos de prensa escrita –la que gestiona los activos tóxicos o una suerte de “banco malo” corporativo- y que pasó a denominarse Nueva News Corporation.
La otra, la cual pasó a denominarse 21st Century Fox, que gestiona los activos relacionados con la industria audiovisual (productoras de cine y cadenas de televisión), recogió a consejeros como Delphine Arnault, del grupo LVHM y firma Christian Dior; Jacques Nasser, quien fuera consejero delegado de la Ford Motor y en la actualidad presidente de la minera BHP Billiton; o de su inseparable amigo, el ex presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez.
Muy desagradecido este Murdoch dirán algunos, teniendo en cuenta que, según descubrió el diario The Independent, Aznar representó a News Corporation en una de las diversas negociaciones secretas que el holding mediático mantuvo con David Cameron. En dicha reunión, Aznar intentó ganar los favores del gobierno británico con el fin de que su representado pudiera comprar una empresa menor a cambio de que el tabloide The Sun –uno de los más leídos en Inglaterra- dejara de apoyar al partido laborista y se posicionara más cercanamente a los conservadores de Cameron, según se reveló a través de fuentes británicas.
– Centaurus Capital. El fondo de inversiones de capital de riesgo Centaurus Capital contrató a Aznar como asesor entre 2007 y 2009. Las actividades especulativas de Centaurus Capital tiene especial énfasis en Europa, Asia y los mercados emergentes, desarrollando inversiones en renta variable y de crédito valores de empresas que están experimentado eventos corporativos importantes o cambios internos de consideración. Estos llamados fondos de inversión libre, son los que popularmente se conocen como “hedge funds” o “Fondos de Cobertura”, un tipo de fondo de inversión privado accesible únicamente a un número limitado de personas, ya que el importe mínimo a invertir es muy elevado y altamente riesgoso.
Centaurus Capital tuvo su arranque en el año 2000 y opera desde su constitución en el paraíso fiscal de las Islas Caimán, lugar en el cual gestiona una cartera de 3.350 millones de euros.
– JE Roberts. En septiembre del 2007, el ex jefe del Ejecutivo español aparecía en una fotografía entre el entonces presidente argentino Néstor Kirchner y Joseph E. Robert, dueño de la sociedad estadounidense JE Roberts. El aterrizaje de dicha compañía inmobiliaria apenas un mes antes en Argentina, con una operación valorada en 26 millones de dólares, recibió una “ayudita” indispensable de nuestro incasable guerrero de las finanzas, quien abrió las puertas de la Casa Rosada al magnate “gringo”, sentándole en la mesa junto al ya fallecido Néstor Kirchner.
Es así como José María Aznar pasó a encabezar el consejo asesor de JE Roberts, del que también formó parte Roberto Dañino, ex vicepresidente del Banco Mundial; Álvaro Saieh Bendeck, ex director de la Bolsa de Valores de Chile; y Pedro Aspe, ex secretario de Finanzas de México.
– Doheny Global Group. Desde el año 2009, Aznar pasó a ser consejero de la compañía Doheny Global Group, una sociedad estadounidense del sector energético con intereses en Europa del Este y comandada por el empresario Irwin Katsof, cofundador del grupo sionista “Fondo de Jerusalén de Aish Ha Torah” (El Fuego de la Torah) y gran defensor de la energía nuclear.
Aznar compartió su cargo en esta compañía junto al general estadounidense retirado Wesley Clark, quien comandó las fuerzas de la OTAN durante la guerra de Kosovo; Christine Todd, responsable de la Agencia de Protección Ambiental de EEUU durante el gobierno de George W. Bush y ex gobernadora de New Jersey; Thomas J. Ridge, ex secretario del Departamento Nacional de Seguridad de EEUU en la era Bush; y Philip Dimitrov, ex primer ministro búlgaro.
Doheny opera en Ucrania, Bulgaria, Letonia, Pakistán y Georgia, países cuyos mandatarios están claramente alineados a la política exterior estadounidense. En noviembre del 2008, tres meses después del conflicto de apenas días que enfrentó a Rusia y Georgia, Doheny firmó con el gobierno de Tiflis un acuerdo para invertir 175 millones de dólares en la construcción de plantas hidroeléctricas.
– Grupo Abengoa. El ex presidente Aznar fue contratado en septiembre de 2010 por Befesa, filial del grupo Abengoa destinada al reciclaje de residuos de acero y galvanización, aluminio, escorias salinas y SPK, así como otras soluciones ambientales para la industria. Befesa fue creada en 1993 y desde 2000 estuvo controlada al 100% por Abengoa. Sin embargo, Abengoa la vendió en 2013 a una gestora de fondos de inversión denominada Triton Partners –con sedes en China, Jersey, Alemania, Luxemburgo, Suecia y Reino Unido- su participación por la “módica” cantidad de 1.075 millones de euros.
La contratación de Aznar tuvo como objetivo su intermediación con el entonces presidente libio Muamar El Gadafi, con la finalidad de influir en la adjudicación de cuatro desaladoras (en Tobruk, Misurata, Sirte y Yarafa) que el Ministerio de Servicios Públicos libio tenía intención de construir. Ver gráfico a continuación de las oportunidades de negocio que la propia Befesa expondría en un documento para accionistas:
Nuestro ex presidente y baluarte del capitalismo internacional negoció con Abengoa al respecto, una comisión de éxito –según se define en el contrato- del 1% sobre todos los contratos que la empresa lograse en Libia, hasta una máximo de 250 millones de euros de facturación, y del 0,5% a partir de dicha cantidad. Con el fin de no andar desnudo por tierras bereberes, Aznar cobró un anticipo de 100.000 euros que facturó cinco días después de haberse firmado el contrato, aunque la guerra que estalló sobre el territorio libio a principios del 2011 y el posterior asesinato de Gadafi dieron al traste con la totalidad del negocio programado.
Dicha frustración –Aznar habría ganado del orden de seis millones de euros en esta operación, alrededor del 0,6% de los 950 millones esperados por parte de Abengoa- conllevó a que nuestro ex presidente criticase por primera vez públicamente la política estadounidense y de diversas potencias europeas en la zona, considerando al régimen de Gadafi como un “amigo” de Occidente. El ex mandatario diría en aquel momento que es “muy difícil entender una política que deja que los amigos caigan y que los enemigos permanezcan en el poder”, olvidando que años antes impulsó decididamente junto a EEUU y Reino Unido la invasión de Irak.
Las buenas relaciones de José María Aznar con Muamar el Gadafi eran conocidas en toda Europa, y fue notoria la cena que ambos mantuvieron juntos en Sevilla en el año 2007, tres años después de que el ex presidente español hubiera dejado sus responsabilidades en el Palacio de La Moncloa.
Fruto de este affaire comercial, el grupo parlamentario de Izquierda Plural presentó ante la Comisión de Asuntos Exteriores una proposición no de ley para la apertura de una comisión de investigación por la intervención de José María Aznar en los negocios de Befesa en Libia, entendiendo que existe una incompatibilidad para realizar mediaciones internacionales mientras se compatibiliza este tipo de tareas con la percepción de una importante remuneración pública por el cargo que ocupó como ex jefe del Ejecutivo.
– Endesa. En enero del 2011, la compañía española Endesa, privatizada durante la gestión presidencial del propio José María Aznar, contrató de la mano de su presidente Borja Prado al ex presidente como asesor externo de su cúpula directiva. Nuestro “centurión” de Occidente percibe por dicha relación profesional más de 200.000 euros al año, pudiendo llegar incluso a los 300.000 euros en función de los objetivos alcanzados.
Aznar se ocupa principalmente de la estrategia de Endesa en América Latina, zona de desarrollo y crecimiento estratégico de la compañía energética y lugar donde se ha impuesto como la primera eléctrica de la zona. Endesa es hoy la mayor compañía eléctrica de Argentina, Chile, Colombia y Perú, contando también con una sólida posición en Brasil. Aznar tiene en Endesa un contrato privado y responde directamente ante la alta dirección y el consejo de administración, reencontrándose “casualmente” en dicha compañía con sus allegados Pío Cabanillas y Luís de Guindos.
– Barrick Gold. En septiembre del 2011, salía a la luz pública que José María Aznar pasaba a formar parte del Consejo Asesor Internacional de la transnacional canadiense Barrick Gold, la mayor empresa extractiva de oro del mundo. Dicha corporación, con sede en Toronto y minas en los cinco continentes, está presente en más de una quincena de países, teniendo importantes intereses ubicados en Argentina, Chile, Perú y República Dominicana, motivo que propició la incorporación de Aznar al holding extractivo.
Barrick Gold fue fundada en 1983 y dirigida por el polémico magnate de origen judío Peter Munk. Desde su constitución, las actividades de la compañía han venido acompañadas por constantes denuncias de irregularidades y violación de derechos humanos. Según el director cinematográfico y legislador argentino, Fernando “Pino” Solanas, la “historia negra” de la Barrick se remonta a sus orígenes, dado que “Munk fundó la empresa con dinero del principal traficante de armas del planeta, Adnan Kashoguir, socio de personajes como Monzer al Kassar”.
Aznar llegó a Barrick Gold de la mano de George H. W. Bush, su hijo George W. Bush y del magnate venezolano Gustavo Cisneros –todos ellos destacados miembros de la junta de accionistas-. Los Bush pasaron a la historia por protagonizar sendas invasiones de Irak (1990 y 2003), además de Afganistán (2001). Respecto a Cisneros, considerado como uno de los hombres más ricos del continente y propietario de más de 30 compañías que operan en todo el planeta, la revista Newsweek le vinculó al fallido golpe de Estado de abril de 2002 en Venezuela, donde se afirma que el golpista Pedro Carmona “fue visto salir de la oficina de Cisneros” antes de ir al Palacio de Gobierno para jurar como presidente provisional, cargo que ostentó tan solo por un día y por el cual recibió las felicitaciones del entonces presidente Aznar.
Un año antes de la llegada de Aznar a Barrick, su vicepresidente ejecutivo Jamie Sokalsky, en una conferencia realizada ante círculos empresariales londinenses expresaría: “Esperamos alcanzar mediante el desarrollo de proyectos y la ampliación de las minas que ya poseemos, una producción anual de nueve millones onzas de oro antes de cinco años”. En febrero del 2011, seis meses antes de la incorporación de nuestro consagrado protagonista al gigante minero canadiense, George Bush padre, su hijo George W. Bush, José María Aznar y Álvaro Uribe, compartían vacaciones con el ex primer ministro de Canadá, Brien Mulroney, en la mansión residencial de Gustavo Cisneros en República Dominicana.
Es muy posible que fuese durante esas familiares veladas en donde se decidiera la incorporación de Aznar al lobby internacional de la Barrick Gold. Es durante esos días cuando responsables de la Barrick Gold se reunirían con el entonces presidente dominicano Leonel Fernández para viabilizar la explotación de yacimientos mineros en la provincia de Monseñor Nouel. Dicha explotación tendrá a la larga un negativo impacto irreversible sobre el agua, vegetación, producción agrícola y ganadera del entorno natural y sus pobladores.
Entre las denuncias internacionales contra la Barrick Gold, destacan los sucesos de 1996 en Tanzania. Allí, la compañía estuvo involucrada en la masacre de más de medio centenar de mineros artesanales (pirquineros) de la mina Bulyanhylu, que fueron enterrados vivos por el apuro del Gobierno en desalojar el lugar y rellenar los pozos con tierra. La empresa, primero, intentó censurar un libro que denunciaba los hechos (Noir Canada. Pillate, corruption et criminalité en Afrique), y posteriormente impediría su distribución y denunciaría a sus autores.
La organización Greenpeace ha llevado a cabo reiteradas movilizaciones denunciando a esta multinacional por vulnerar la normativa de protección de glaciares (la superficie de los glaciares afectados en la Cordillera de los Andes por las actividades de la Barrick Gold disminuyó en breve plazo entre un 56% y un 70%); y el Fondo de Pensiones Noruego –el segundo mayor fondo soberano del mundo- incluye a la compañía en su lista negra debido a los “severos daños al medio ambiente” que provocan sus explotaciones.
En Argentina, la compañía canadiense opera sobre dos proyectos de gran envergadura: el yacimiento Veladero, que comenzó su producción en octubre de 2005, y cuyas reservas de oro alcanzan los 18.200 millones y Pascua Lama, primer proyecto minero entre dos Estados que se realiza en el mundo y que consiste en desarrollar una mina de oro en la frontera entre Chile y Argentina. Las denuncias sobre violación de derechos sindicales e impacto ambiental han acompañado ambas explotaciones.
Incluso dos meses antes de la contratación oficial de Aznar por parte del emporio minero, el ex presidente español ya se entrevistaba con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en una reunión sobre la que se carece de información sobre contenidos. Sin embargo, es de suponerse que los resultados de dicho contubernio fueron inmediatos: un mes después, el juez Federal de San Juan procedía a la suspensión de la aplicación de la ley de Preservación de Glaciares que había sido sancionada tras un intenso debate en el Congreso argentino. La ley había llegado al Legislativo auspiciada por un centenar de organizaciones de la sociedad civil y hubiese supuesto la paralización de las actividades extractivas de Barrick Gold en la cordillera andina.
– DLA Piper. Desde la primera mitad del año 2013, nuestro ex presidente y William S. Cohen, destacado miembro del Partido Republicano y secretario de Defensa de EEUU entre 1997 y 2001, comparten puestos en el comité asesor del despacho de abogados DLA Piper, el mayor despacho del mundo con más de 4.000 letrados distribuidos en 30 países. Además de estos notables defensores de la democracia mundial, allá se encuentra también Alvin Bernard Krongard, ex director ejecutivo de la CIA y número tres de la agencia durante la segunda guerra de Irak.
“Casualmente” es este bufete de abogados el que en 2003 fue contratado por el propio gobierno de José María Aznar por la humilde cantidad de 1,7 millones de euros para promocionar la imagen del presidente con el fin fallido de obtener la medalla de oro en el Congreso estadounidense. El Tribunal de Cuentas investigó dicha contratación, archivando el caso en 2011, al considerar que el objetivo era un asunto “de interés público” y que por lo tanto, la partida presupuestaria del erario público destinada a tal fin carecía de irregularidades.
– Consultora KPMG. En octubre de 2013, se conocía también la noticia de que la consultora KPMG -especializada en servicios de auditoría, fiscales y de asesoramiento legal, financiero y de negocio- había contratado a José María Aznar como asesor personal de su presidente en España, John Scott, para orientarle sobre cuestiones geopolíticas y macroeconómicas. Parece ser que la relación se había establecido desde meses atrás.
La polémica nace fruto de que KPMG es la firma que asesoró a Bankia en el proceso de venta de su negocio inmobiliario al fondo de inversión Cerberus, donde “casualmente” trabaja José María Aznar Botella, hijo del ex presidente. También fue la “afortunada” consultora elegida a principios del 2013 por el FROB –fondo que gestionó el rescate de la banca y dependiente del ministerio de Economía- para que actuara de árbitro “independiente” en el proceso para decidir los preferentistas de Bankia que fueron “timados” y posiblemente queden gran parte de ellos sin indemnización alguna.
De tal palo tal astilla
Si bien el primer negocio conocido de los herederos familiares de Aznar no empezó bien, teniendo en cuenta el fiasco empresarial del yerno Alejandro Agag, quien en 1993 intentó sacar adelante Natko, una sociedad dedicada a las guerras con pistolas de pintura cuya existencia comercial no fue capaz de superar los 60 días; la familia Aznar Botella, curtida en “cien mil batallas” no se dio por vencida.
El mercadeo del amor on line ha sido la entrada en el mundo de los negocios del tercer hijo del ex presidente del gobierno, Alonso Aznar, quien lanzó una aplicación de nombre Wibbi que sirve para conocer gente y encontrar pareja. Esta herramienta permite localizar todas las opciones de ocio que hay alrededor del usuario y, después de hacer check in (señalar su ubicación), filtra la información para encontrar a gente con tus mismos gustos y así empezar a interactuar con las personas que están a nuestro alrededor y que tienen instalada esta misma aplicación.
Sin embargo, el hermano mayor, José María Aznar Botella, juega ya en ligas más serías. En noviembre del pasado año, la compañía Sotogrante incorporó al joven buen discípulo de su papa en el consejo de administración de la sociedad.
En diciembre se celebró una junta extraordinaria a petición de los nuevos accionistas de Sotogrande, los fondos Cerberus y Orion, quienes llegaron a un acuerdo el pasado mes de octubre con NH Hotel Group para adquirir la compañía.
De esta manera, Aznar Botella asesora a Cerberus a través de su sociedad Poniente Capital, siendo nombrado con la calificación de consejero externo dominical por el plazo estatuario de cinco años.
Esta operación contempla la venta de activos de la sociedad promotora de una urbanización en Cádiz –terrenos para el desarrollo inmobiliario, dos hoteles, dos campos de golf y la explotación de servicios deportivos y turísticos- pero deja en manos de NH el control de los activos internacionales en los términos económicos acordados (un complejo hotelero y turístico de Donnafugata en la isla de Sicilia y los derechos inmobiliarios de Cap Cana en República Dominicana y Sotocaribe en México), valorados a precio de mercado en 58 millones de euros.
Pero José María Aznar Botella es un escalador, como su papa, y no conforme con lo anterior, recientemente entró en el negocio de la implantación del juego on line y en la obtención de licencias a través de Mediatech, empresa de la cual es socio. Entre sus más notables clientes destacan el casino de Madrid, los casinos vascos y el casino de Georgia.
El hijo de nuestro ilustre ex presidente hace caja también con Bankia a través del fondo de inversión Cerberus y Haya Real Estate –una firma de la que es consejero- e intermedia entre Bankia y otras firmas.
Además, este hijo del responsable político de la burbuja inmobiliaria española, es consejero de Promontoria Plataforma SL, filial de Cerberus Capital –cuyo presidente en Madrid es Lee S. Millstein, quien está relacionado con papa Aznar-, un fondo buitre que compra activos tóxicos de Bankia y desahucia a los inquilinos que no pueden pagar sus hipotecas.